miércoles, 9 de abril de 2025

Ahí viene la Dolorosa...


Ahí viene la Dolorosa con su cara de amargura

Por las calles empedradas con sus negras vestiduras.

La primavera la envuelve con aromas de azahares

Y se posan en su cara como besos celestiales.

Todos salen a su encuentro para poder consolarla

En el  sufrimiento de su hijo que  van a Crucificar.

Las calles están repletas de corazones que lloran

Y los lirios y las velas relampaguean con la pena.

En los hogares hay miedo temor ante tantas guerras

Donde muchos seres humanos sufren las consecuencias.

De luces se viste el Cielo para iluminar su caminar

 Y Ella Bendice a su paso a los que muriendo están.

 A los que cuidan enfermos. A los que hacen el pan

A los que lloran de pena. Por los que se fueron ya.

A los ancianos que solos no tienen con quien hablar

Por los pobres desvalidos sin un refugio donde habitar.

Se oyen saetas por los balcones cuando la Virgen pasa

Y de sus ojos se escapan ríos de lágrimas.

Sigue la procesión solemne cuando la Luna se asoma

A saludar a la Virgen y besarla en su corona.

Ella nos bendice a todos cuando a su paso la vemos

Con su carita de nácar y sus ojos de lamentos.

Nos dice que tengamos  Fe en su hijo y que avivemos

Las esperanzas y que si cumplimos sus mandamientos

 ¡La Paz en la tierra estará asegurada!

 Desde mis ventanales la veo y le rezo con fervor

 ¡Quien pudiera consolarte Madre!

 ¡Y quitarte ese dolor!


 Encarna Recio Blanco



lunes, 7 de abril de 2025

Esta tarde de improviso...


Esta tarde de improviso

Llegó a mi lado la melancolía

Y al verme tan afligido me dijo:

¿Quieres mi compañía?

¡Si, le dije!

Siéntate a mi lado amiga mía

Que tengo miedo a la tormenta

Que los cielos están llorando

Y no puedo consolarlos.

Que quiero soñar despierta

Volar libre en la campiña

Con melodías que me alegren

Entre besos y caricias.

Ayúdame a escribir algo

Que hable de Paz…

Que mis musas se fugaron

Por este cielo que arde entre

El trueno y el relámpago.

Empezamos a deliberar

Mano a mano y muy juntitas

Lo que ella ceremoniosa me dictaba

Y lo que yo, a toda prisa escribía.

Juntas hicimos un alegato

A los mandatarios del Mundo

Para tocar sus corazones malsanos

Que rigen nuestros destinos

Con banderas de la guerra entre

Sus manos.

 La melancolía me miró de repente

Al ver que  mis ojos que estaban llorando

Y me abrazó tiernamente diciéndome:

¡Alégrate! Que hoy ellos…

¡Nos están escuchados!

 

Encarna Recio Blanco



domingo, 6 de abril de 2025

Al crucificado...


¡Cómo decirte Señor ante Tu Cruz!

El dolor que mi alma alberga

Al ver tus ojos tan tristes

Mirándome tan de cerca.

Cómo suplicarte que perdones

 Mis pecados y arrebatos

Si entre los muros del Mundo

 Me pierdo…

Si Tú, no estás a mi lado.

Hacia el Gólgota caminas

Con la Cruz entre Tus brazos

Entre saetas quejosas

Para ser martirizado.

¡Cómo decirte Señor!

Que mis pies están cansados

Cuando los tuyos inmaculados

Van sangrando.

Te seguiré Padre Mío

Hasta que despunte el alba

Y hasta que en mis ojos no quede

Ni una sola de mis lágrimas.

Me arrullaré en tu costado

Tus pupilas besaré

Y en Tus labios poderosos

Los ungiré con la miel.

 ¡Mi amado Jesús! ¿Qué te diría?

¡Déjame que te acompañe!

Para arrancar de esa corona

Las espinas de Tu frente.

Quiero darte la sangre  de mis venas

Y beberme ese vinagre y esa hiel

 Para que juntos nos vayamos

A la morada de Nuestro Padre.

¡Oh, Jesús de Nazareno!

¡Qué dolor siento al mirarte!

Nos donaste  el amor en  Belén

Y hoy nos entregas Tu vida.

 ¡Escúchame Nazareno!

 Hoy me siento arrepentida.

Te ruego que me perdones

Con la dulce entrega…

De mi corazón, y de mi vida.

 

Encarna Recio Blanco.


 

sábado, 5 de abril de 2025

“La noticia es escueta”

 

 “La noticia es escueta”

¡Hallan  el cadáver de una mujer sentada en una silla de ruedas a las puertas de un hospital!

Al leer esta noticia,  mi corazón empezó a dar saltos en mi pecho y quería escapar, y mis ojos se negaban a seguir leyendo tal atrocidad.

¿Cómo es posible que esa persona que la condujo hasta allí, llevándola sentada en su silla de ruedas? fuera capaz de dejarla abandonada estando   gravemente enferma, o ya fallecida, a las puertas de ese centro hospitalario.

Si esa pobre mujer era consciente de lo que la pasaba, seguramente no murió de la enfermedad que le aquejaba, murió de pena, al sentirse completamente sola y abandonada.

¿Es que nadie pasó por su lado? ¿Es que nadie vio en el estado que ese ser humano se encontraba? Cada uno a sus asuntos con prisas pasaría seguramente  por su lado, sin percatarse ni ver, aquella triste estampa,

La sociedad en la que vivimos está cada día más desnaturalizada, la caridad, la solidaridad, y el amor al prójimo, son dones que poca gente conoce, y que si los conocen, no quieren implicarse cuando ven, que alguien urgentemente les necesita.

Encarna Recio Blanco


lunes, 31 de marzo de 2025

Quiero tener seis años...


He decidido aceptar la responsabilidad de tener seis años nuevamente, sí, quiero ir a un “McDonald” y pensar que es un restaurante de cinco tenedores.

Quiero navegar con barquitos de papel en un estanque, y hacer anillos  tirando las piedras al agua, para poder valorar lo sencillo otra vez.

Quiero pensar en que los dulces y los amigos, son mejores que el dinero, quiero tomar largos baños y dormir diez horas todas las noches, quiero abrazar a mis padres todos los días, y pensar que son para siempre.

 Quiero regresar a los tiempos, donde la vida era simple, cuando todo lo que veía eran colores, tablas de sumar y cuentos de hadas, y eso, no me molestaba, porque no sabía, que no sabía, y no me preocupaba, por no saber.

Cuando pensaba que lo peor que me podía pasar en la vida, era que alguien me quitara la pelota, o me erigiera el último, para ser compañero de un equipo, o escribir aquellos versos tan ripiosos, que escribía cuando tenía siete años.

Quiero volver a mis seis años, para pensar que el mundo es justo, que todos y todas las personas son honestas y buenas, que no hay envidias, quiero pensar que todo es posible.

Pero en algún lugar de mi juventud, maduré y aprendí, quizás demasiado, aprendí, como la gente no sabe querer ni amar, como nos destruimos entre nosotros, como las envidias nos rodean, y nos hacen desear el mal.

Maduré, me contaminé y aprendí sobre mentiras, sufrimientos, enfermedades, guerras, dolor y muerte.

Aprendí, como el dinero maneja nuestras vidas, como ya no importa el sentir, sino el conseguir, conseguir, cada vez más y más.

Pero yo renuncio, quiero volver a vivir simplemente, nuevamente, no quiero que mis días sean de jornadas interminables, de trabajos, de materialismos, de noticias deprimentes, de envidias, de chismes, de enfermedades, de trenes que descarrilan, y que hay que sumarnos, al dolor de esas familias. ¡Ay amigos! Quiero creer en el poder de las sonrisas, que nos volvamos a alegrar.

Quiero volver a mis seis años, y quiero que por un momento,   dejéis el ordenador, que paréis el coche, que dejéis de trabajar  y que os vengáis al rincón de los sueños, a sonreír y a soñar con nosotros.

Encarna Recio Blanco.


viernes, 28 de marzo de 2025

No me pidas un beso...

 



No me pidas un beso esta mañana

Ni me mires cuando te despiertes

Que se me hace tarde y quiero

No volver a verte.

No me pidas que vuelva más contigo

A nuestras citas clandestinas

Donde nos amamos locamente

Y después… las tristes despedidas.

No me pidas más de lo que puedo darte

Que ya te entregué mi media vida

Y ya soy un despojo  sin sangre

Que bebiste, cuando tanta sed tenías.

No me pidas que llore en tu ausencia

Ni que me importe si del brazo de otra

Caminas…

Junto a vuestro hijo de la mano

Y vuestros labios sin  sonrisas.

 Ahora pídeme lo que quieras

En esta despedida…

Pero no me pidas que te olvide

Porque eres y serás por siempre

El amor de mi vida.

 

Encarna Recio Blanco


lunes, 24 de marzo de 2025

Una Plegaria...

 


Hoy  escribo una plegaria

Al Dios que nos dio la vida

Para pedirle perdón

Por los que de Él, se olvidan.

Por los que no cumplen

Sus mandamientos como Él quería,

Fue clavado en una cruz

Y nos dió su vida.

Perdón Señor por no ser tan generosos

Con aquel que nos mendiga.

Ni acompañar a los solos

Que tanto lo necesitan.

Perdón por aquellos los gobernantes

Que no tienen corazón…

Al ver a niños hambrientos

Muriendo sin compasión.

Gracias Señor también te damos

Por el pan de cada día.

Y por Tu amparo protector

Que siempre nos auxilia.

Porque podemos ver el sol

Y la luna  cuando brilla.

El azul del  cielo

El mar  y la campiña.

Nos dotaste de unas manos

 Para trabajar de noche y de día,

Y la vida al despertarnos

Para vivirla.

Por disfrutar de las flores.

De primaveras florecidas

Y de esos campos  bordeados

Entre arados y semillas.

Hoy quisiera Señor

Que todo el mundo te adorase.

Que el Mundo se diera cuenta

De todas esas maravillas

Que nos has regalado…

Para el disfrute de nuestra vida.

  Encarna Recio Blanco


viernes, 21 de marzo de 2025

¡Poesía! ¡Quiero felicitarte amada mía!


 ¡Poesía!

 ¡Quiero felicitarte amada mía!

Te llevo  tan dentro que eres parte de mi vida

Si no te tengo a mi lado no sé lo que haría.

Cual droga te busco para que me calmes

Para que me alegres, para que me ames.

Eres esa dulce melodía que me emborracha

Cuando el amor a mi puerta llama.

¡Te necesito!

Cuando el dolor siento, el desamor presiento

Cuando la risa me llena y  cuando la tristeza acecha.

Eres compañera de mis fechorías

Cuando mi pluma a veces, se dispara con osadía.

Tratas de enmendarme pero soy tozuda

En el pensamiento y en la altanería.

Eres un oasis por donde me pierdo

Cuando ya no puedo más con mi enorme cargamento.

Eres  mi paz  mi sosiego, alimento de mi alma

Compañera de fatiga en las batallas.

¿Qué te diría poesía en este día?

Si mi amor está muy lejos, y en otra compañía.

Que vivo y que muero, que grito y que lloro

Y que los cielos hoy, tienen mil cerrojos.

Siempre te cuento mis cuitas y todo lo que acontece

En este mundo de locos, donde mi pluma perece.

Siempre demandando paz, sembrando esperanzas

Para aquellos que estén tristes

Florezca la luz en sus almas.

No sé si mi métrica será la adecuada.

No sé si los ritmos están  engarzados.

No sé si la estrofa está desmedida

Sólo sé, que es el corazón y el alma

Quien me  lo dictan.

Eres ésa dulce  pócima que me emborracha

Con el néctar de tu aroma mi corazón descansa.

Eres indescriptible, etérea bella por dentro y por fuera

¡Quien tuviera la llave para abrir tu puerta!

“Decía León Felipe:”

 Deshaced este verso, quitarles los caireles de la rima

El metro, la cadencia y hasta la idea misma.

¿Qué importa que la estrella esté rémora?

Y deshecha la rosa.

Aún tendremos el brillo y el aroma.

Aventad las palabras y si después

Queda algo todavía…

Eso será…La poesía.

¡Felicidades…Amada mía!

Encarna Recio Blanco.



¡Ya está aquí la primavera!


¡Ya está aquí la primavera!

 Primavera del alma, primavera florecida que deja un misterioso perfume en nuestra vida.

Primavera del alma, de perpetuo esplendor, que convierte en sonrisa la mueca del dolor.

 Primavera de ensueño que nos traza un camino en la intrinca selva donde acecha el destino.

Primavera que canta si el huracán la azota, y que da nuevo aliento tras de cada derrota.

 Primavera magnánima, cuyo verdor feliz rejuvenece el árbol seco hasta la raíz...

 Amor es la ley divina de la plenitud humana; dolor que hoy nos agobia y añoramos mañana...

¡Eso es amor, esa es la primavera!

Encarna Recio Blanco


domingo, 16 de marzo de 2025

Soy algo más que eso-Reflexiones

 


Soy algo más que eso, por eso, no me interesa lo que diga  la gente, que sólo me  miran por fuera.

Tal vez, a algunos les parezca  una  ilusa  romántica, una loca presumida, una osada poetisa, una mujer contestataria y rebelde, rebelde sí que lo soy, ante esta sociedad cruel y contaminada. No me interesan las opiniones de aquellos, que no saben mirar hacia adentro, que es donde se guardan y están íntegros los tesoros, en este caso, mis tesoros.

El fuego que encienden  mis pasiones, siempre tienen  hambre y sed  de justicia, de solidaridad, de buena compañía, de mejores obras, de esparcir sonrisas, de leer un buen libro, de estudiar los misterios  de esta efímera vida.

No me busquéis  para ir la guerra, ni me invitéis  al convite de  la discordia, ni al ágape del odio, ni a la comilona del político de turno, ni a dar palmaditas en las espaldas de aquellos,  que no merecen ir bajo palio en una procesión de la Virgen, no me busquéis por rincones oscuros, ni en noches de tormentas.

No me invitéis a una copa de alcohol, soy abstemia, invitarme a acompañar a los que estén solos, a los  enfermos,  a los que necesiten una mano para caminar, o una sonrisa para respirar.

Buscarme para  que os recite  alguna de mis poesías, para que os cuente algunos de  mis ensueños, para que  hablemos  del amor, para que así comprendáis,  lo que de verdad siento y pienso, para que veáis por lo que lucho cada día, poniendo mi granito de arena para intentar hacer una montaña enorme, donde solamente puedan escalar  aquellos que se impliquen en hacer un Mundo más justo.

No intentéis robarme el corazón por la fuerza, ni me encerréis en una jaula, aunque  esta, sea de oro, ni oséis cabalgar por mi cuerpo como si fuera una bestia, ni quitarme mi autoestima, ni os pongáis  un maquillaje profano para venir a mi fiesta, ni intentéis despojarme de  mi libertad.

Si algún día me veis llorar abrazadme, abrazadme,  en silencio, y dejar que esas lágrimas, me hagan más fuerte y sobre todo, acompañarme si estoy sola, o si estoy triste.

No me importa lo que digan de mí los demás, si no me conocen por dentro, ni si llevo collares o rosarios en el cuello, ni si soy Recia en mis apreciaciones, ni sea Blanca, como llevo en mi apellido materno.

No soy perfecta, y lo sé, con mis miedos y mis temores camino en solitario, con mis alegrías y mis tristezas, me bamboleo con mis luces y con  mis sombras, y así,  intento cruzar lo mas dignamente posible, el puente de mi penitencia.

Pero lo que si tengo  en mi corazón amigos,  es un gran cargamento de amor para repartirlo, a quien lo necesite, por eso, y  por más, no me importa lo que digan aquellos, que no me conocen por dentro.

Encarna Recio Blanco.


viernes, 14 de marzo de 2025

Soy una errante...

 


Soy una errante pasajera

En un vagón de tercera

Sin maleta y sin billete

Hacia un destino…inexistente.

Me bajo del tren y me subo

Donde me apetece.

Y cuando tengo sueño duermo

Bajo los puentes.

Cuando tengo hambre me sacio

Con el néctar de las flores.

Cuando tengo sed me bebo la lluvia

Que del Cielo me viene.

Unas veces voy cantando

Sin música

Otras veces voy rezando

Sin rosario

Y me pongo a jugar con  la luna

Que alumbra mis pasos.

¡No llego a la meta!

¡Dios mío!

¡Hasta cuando!

¡Hasta cuando!

  Encarna Recio Blanco

 

miércoles, 12 de marzo de 2025

Con ochenta y siete años...

 


Con ochenta y siete años aquella mujer  la dan una mala noticia estando ingresada en un hospital  aquejada, de una grave enfermedad.

No sé quien le ha dado la noticia, pero lo que estoy segura es, que no era un alma caritativa, de sopetón la dijeron que su casa había sido ocupada.

Cuando he oído la noticia  me he quedando  sin palabras, mi ser, empezó a temblar, como tiemblan los cipreses en medio del vendaval, tan  indignada me puse, que me tuve que sentar, para no caerme de bruces en mitad de mi zaguán.

Allí, en esa misma cama donde quizás esté muriendo postrada le han dado la triste noticia a esa mujer tan mayor, y tan enfermita.

Esto es intolerable, que unos  bandoleros  se hagan  los amos de una propiedad que ya tiene su dueño. Desconsolada  la pobre mujer empezó a llorar con el gran desconsuelo que supone saber,  que en su casa viven ahora otros dueños.

En aquella casita humilde  que la costó limpiar y fregar los suelos, trabajar en el campo en los duros inviernos, y hasta pedir limosnas,  para pagar aquella hipoteca con el mísero sueldo que a la pobre, la daban en aquellos tiempos.

¿Y yo me pregunto? ¿Era necesario hacerlo en esas condiciones,  para empeorar aún más su estado? Creo que  tenían  que haber esperado hasta que mejorara, o hasta que muriera, sin ese añadido dolor en su alma y en su cuerpo.

No puedo imaginar el tormento y la amargura de esta pobre mujer enferma sin ganas de batallar, y con el gran dolor en su pecho.

¡Qué está pasando señores!  Me dirijo a este gobierno, con cabezas pensantes malignas, con leyes a sus antojos, para seguir a costa de lo que sea vivir, a cuerpo de reyes en palacios, con coronas y con cetros.

¡Quién se atreve a acompañarme! ¡Sin las armas de por medio! ¡Quién quiere gritar conmigo! ante tantas injusticias,  ante tantos desafueros, que cada día soportamos  callados y amedrantados, sin poder hacer nada por  este sufrido pueblo.

Para decir en voz alta y sin miedo que estas leyes son injustas, que los jueces  ya no saben cómo hacerlo, porque algunos con togas mohosas que se decantan para dejar en libertad a los culpables, a los poderosos que al pueblo robaron, y mintieron.

¿Dónde se nos fue nuestra alegría? ¿Dónde la tranquilidad? ¿Dónde la Paz tan ansiada que el pueblo unido quiere encontrar? Ellos nunca conocieron la Caridad y es por eso es, que el Mundo va… como va.

¡Dios mío!  Haz  como hiciste con los  fariseos cuando les echaste de Tu templo.

¡Tu casa no está en oración!  Está entre viles patrañas y atropellos.

 

Encarna Recio Blanco.


sábado, 8 de marzo de 2025

Día de la Mujer...

 



 Hoy  es el día internacional de la mujer,se celebra hace mas de 100 años en todo el Mundo, se conmemoran los esfuerzos que se han realizado para alcanzar la igualdad,la justicia, la paz y el desarrollo.

Por eso hoy y siempre, me declaro públicamente mujer, con mayúsculas, mujer de principios, con convicciones, con derechos,  con obligaciones y sobre todo, una mujer que ha luchado mucho por algo que debiera ser natural, el reconocimiento y la igualdad, para todas las mujeres del Mundo.

Ellas fueron valientes tal día como hoy pero de años anteriores, en 1908, y posteriormente  en  1948- cuando en realidad no éramos más que objetos, o lo que vulgarmente suele llamarse  mujeres floreros, o  monumentos decorativos.

Hoy, después de tantos años, aún seguimos luchando por los mismos derechos, han cambiado las formas, las palabras e incluso nosotros,  pero las fuerzas las ganas y nuestro ímpetu, sigue intacto.

Ellas, un día como hoy, levantaron la primera piedra, destruyeron los primeros muros,  y rompieron las cadenas más poderosas, apostaron sus valores por un sueño, y si aún vivieran ahora, podrían comprobar lo mucho que valió la pena.

¡Mujeres de todo el Mundo! No permitáis que nadie infravalore lo que sois,  que nunca se difame la denominación que portáis y que no se os respete, primero como personas y en segundo lugar como mujeres, no permitáis que la losa del tiempo os haga perder las ganas de luchar por lo que es nuestro.

Dios nos hizo iguales, nos dotó de diferentes apariencias, pero de muy sabios equilibrios,  y aunque no actuemos de la misma manera en cada circunstancia, a casi todas nos une la gracia de saber que somos libres, o por lo menos luchamos para ello.

Hoy recordamos con especial agradecimiento a todas aquellas mujeres que enderezaron las líneas torcidas del hombre, y que batallaron solas, ante una tierra hostil.

Sólo conociendo nuestro pasado podremos aprender de los errores e intentar repetir los aciertos, sólo si no olvidamos y seguimos luchamos contra la injusta quimera de la necedad, sólo entonces, habrá servido para algo aquella batalla que se libró, un día como hoy.

Encarna Recio Blanco


martes, 4 de marzo de 2025

Cuando ya sea vieja de remate...Reflexiones.


Cuando ya sea vieja de remate, haré aquellas cosas que no pude hacer antes. Me teñiré el pelo de verde, o de granate, total, me quedarán cuatro pelos si llego, ya que de joven, me las tenía que arreglar, entre pelucas y pañuelos.

Las uñas, me las cortaré al rape, ya que siempre las llevaba largas e impecables. Mis manos, fueron siempre mi carta de presentación, presumí de ellas, y muchas envidiosas me decían: ¡Claro, como no friegas los platos! Sí que los fregaba, pero las labores de mi casa, siempre las hacía enguantada.

Me sentaré con los niños del parque, y jugaré a la comba con ellos, así compensaré mi austeridad de antaño.

Cuando yo era muy niña, ya estaba en la farmacia con mi bata blanca, cual un pajarillo en la jaula encerrada. Siempre leyendo poesías, repasando las matemáticas, con pocos juguetes, y muchas hermanas.

Me compraré un bastón con ribetes dorados, como el que llevaba siempre Antonio Gala, y si me saliera un ladrón al encuentro, ¡le romperé la cara! No me meterán en la cárcel por tan grande trastada, porque me verán tan vieja, tan vieja, que dirán: ¡Vamos a dejarla, ya que está más loca la pobre, que una cabra!

Cuando ya sea vieja de remate, me pondré una pamela de paja, aunque no me haga juego con mis sayonas largas, mis collares de perlas, de colores, de cristales, aquellos,  que yo misma engarzaba, en las largas noches que esperaba, al truhan que nunca llegaba, (Aún lo sigo esperando…más vale que no apareciera, entonces, ni ahora, porque si llegara a verme, se espanta)

Me adentraré en la iglesia con una mantilla blanca, ya que el color negro siempre me asustaba, y retaré a las viejas que rezan mirándome, cuando altiva pase con mi porte, cual reina destronada.

Cuando llueva, caminaré descalza por el paseo de los rosales, y entre charco y charco, cargaré las pilas, que seguramente, estarán más secas que las uvas pasas, y hasta puede que mis callos se  ablanden, sin tener que ir al “Centro de Mayores” que me cobraban una buena pasta.

Me sentaré en la terraza del casino por las mañanas, con mi café y mis cigarrillos, haciendo mis crucigramas, sin prisas, tranquila y relajada, oyendo tal vez, decir al paleto de turno entre dientes, mirándome a la cara y diciendo en voz baja, “La que tuvo retuvo” a su edad, la tía, sigue estando guapa” sonreiré complaciente,  por el piropo supongo, porque estoy segura, que  seguiré siendo, una coqueta redomada.

 Continuaré, echando mis quinielas, soy tenaz en que la suerte algún día venga,  como no se de prisa, me encuentra ya en la negra caja. Nunca me tocó ni un reintegro, ni en una tómbola, aquella muñeca por la que siempre suspiraba, nada, pero no desistiré, porque el destino y la suerte, andan siempre un tanto despistadas.

Seguiré fumando, aunque el médico me diga que ya mis pulmones no puedan, con la carga, de la feroz nicotina, que seguramente, me tendrá asfixiada, total para lo que me queda, diré pensativa y abrumada, y entonces, daré a mi cigarrillo una buena fumarada.

¿Al centro de Mayores? ¡Ni hablar! allí no pisaré, porque hay viejos, reviejos, que se toman mil pastillas, para los dolores del cuerpo, y los del alma, ni se los miran, ni se los tratan.

Estoy haciendo este repaso, sin saber si voy a llegara vieja revieja, pero eso de escribir me hace que las cosas,  si con ansias las deseas, se cumplan.

Seguramente hare más cosas, y que ahora ni me pasan por la cabeza, cuando me pasen, os haré partícipes de ellas.

 

Encarna Recio Blanco