viernes, 21 de diciembre de 2012

Es para mí muy difícil






Es para mí muy difícil decir: ¡Feliz Navidad!
 ¡No lo puedo pronunciar! Y mira que mis deseos para todos, rebosan amor y Paz. Es tan duro el entorno, tan negro y con tantas espinas, que me parece imposible adornarlo, con neones de mentiras. Es muy fácil que pongamos el árbol de Navidad en casas que están heladas, sin amor ni caridad.

Con los padres cada uno por su lado, con los hijos asustados en mesas doradas sin besos y sin abrazos. Muchos seres humanos se han quedado sin sus casas,
sin trabajo, sin cobijo, sin esperanzas, en el banco de la plaza preparan su Noche Santa.

Miles de manos paradas buscando un trabajo,  manos tendidas pidiendo justicia, muchos mayores que solos, pasarán la noche, tal vez, bajo un puente o en residencias malditas.

Muchos hijos al refugio de sus ancianos padres que cobrando una miseria, hacen que sus hijos coman, en las Navidades.

Niños que son pistoleros matando a sangre fría, a ángeles de la tierra, que en escuelas se escondían. Hombres y mujeres que se estrellan contra las aceras frías, cuando ya no ven salidas, cuando ya no pueden más vivir tanta tropelía.

Droga, humo, huellas, estafas, bancos sin fondos, hombres con coronas de perlas en la frente y las cabezas vacías. Parlanchines en los hemiciclos cual payasos  acuerdan recortes, mientras que sus bolsas las tienen repletas, o en paraísos fiscales, sin tener que rendir cuentas.
  
A los que rigen el Mundo un mensaje les doy (aunque nunca llegue a ellos), Se lo mando con la brisa, y les pido ¡Por Dios! Que paren tanta ignominia y se haga justicia.

Sería muy larga la lista y no os la quiero recordar, para deciros amigos que este año yo no probaré el champán.
No quiero con ello que sigáis mi ejemplo, cada uno es muy  libre de seguir sus mandamientos.

¿Que yo pronuncie Feliz Navidad?

Encarna Recio Blanco















domingo, 11 de noviembre de 2012

Muchos caminos





Muchos caminos anduve.
Muchas sendas con espinas.
Siempre buscando y buscando
donde anclar el alma mía.

Estaba lejos el puerto
y a mis fuerzas atizaba
cual un animal con la carga
que a veces se derrumbaba.

Pocos compañeros
en mi viaje…
Ninguna mano tendida
para ayudarme.

Nunca llegué donde quise
con mi enorme cargamento
El destino se encargó
de llevarme hasta tu puerto.


Encarna Recio Blanco




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miércoles, 7 de noviembre de 2012

Celos...





Se han despertado mis celos
ruge hambriento mi león,
para comerse el silencio
de éste día sin color.


Encarna Recio Blanco







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domingo, 28 de octubre de 2012

Te espero...




Te espero en el balcón
de nuestro rincón secreto.
En las olas del mar
y en el cerezo.

En las noches oscuras.
En la arena mojada.
En el infinito Cielo
y en la montaña más alta.

Con calor y con frío,
con lluvia o con viento,
adosada a la farola
de nuestros encuentros.

Cuando el Cielo tirita.
cuando Dios llora
Cuando tengo hambre
de tu sombra…
¡Te espero!


Encarna Recio Blanco



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miércoles, 10 de octubre de 2012

Un tsunami.


Un tsunami de emociones

Un volcán que se revienta

Lava…fuego…rayos

Y tormentas.

Cuando nuestras almas juntas

Hambrientas de sementera

Se funden cual el metal

En la noche traicionera.

Al otro lado del mundo

Con el frío y con la niebla

Me buscas entre tus sueños

Y siempre, siempre…

¡Me encuentras!

 

Encarna Recio Blanco.





domingo, 7 de octubre de 2012

Y mis días...





Y mis días se suceden
al compás de tus palabras
Ellas son el alimento
de mi alma.


Encarna Recio Blanco