Muchos
caminos anduve.
Muchas
sendas con espinas.
Siempre
buscando y buscando
donde
anclar el alma mía.
Estaba
lejos el puerto
y a mis
fuerzas atizaba
cual un
animal con la carga
que a
veces se derrumbaba.
Pocos
compañeros
en mi
viaje…
Ninguna
mano tendida
para
ayudarme.
Nunca
llegué donde quise
con mi
enorme cargamento …
El
destino se encargó
de
llevarme hasta tu puerto.
Encarna Recio Blanco