miércoles, 17 de junio de 2009

Fui tras esa lejanía


Fui tras esa lejanía

Que me separó de ti.

Cabalgué junto a las nubes

En horizontes sin fin.

 Me encontré con nubes negras

No me dio miedo seguir.

Después los Cielos más claros

Me acercaban hasta ti.

 Te divisaba a lo lejos

Pero ibas acompañado,

y mi corazón tembló

Como nunca había temblado.

Tú la querías apartar

Para evitar los estragos

De mi dolor y mi rabia,

De tus juramentos falsos.

Pasaste junto a mi vera

Haciéndote el despistado.

Ella entonces te besaba

 Un beso  frío y amargo.

Enterré en la arena negra

Mi corazón que sangraba.

Y a mi alma la estrellé

Entre rocas que callaban.

No quise mirar al Cielo

Porque ya no creo en él.

Ni a la luna que decía…

Ya te avisé.


Encarna Recio Blanco.



domingo, 7 de junio de 2009

Al otro lado del mundo




Al otro lado del mundo

Te encuentras amigo…

No sé en qué rincón

Se encuentra tu nido.

 No sé cuál es tu Patria.

No sé tú color.

No sé de tu historia

Si amas, o no.

Vienes a la cita

Porque yo te llamo.

En  todos mis versos

Desnuda me quedo, y

Sin pudor, te hablo.

Tú si me conoces

De pies a cabeza…

Porque nada me escondo

Y te abro mis puertas.

  Tal vez te preguntes

Si estoy loca o cuerda.

Y yo te respondo…

Que soy Blanca y Recia.

 Estoy, y es bastante

Entre mis locuras…

Que es dar sin pasar

Ninguna factura.

Hoy quiero decirte

Mi amigo lejano…

Que es una alegría

Que me estés mirando.

 

Encarna Recio Blanco.




domingo, 31 de mayo de 2009

Se me han juntado las penas.



Se me han juntado las penas.

 No sé qué hacer con ellas

Si un ramillete, una corona

O dárselas a cualquiera.

¿Qué conjuro estará haciendo?

¡La luna cuando se altera!

 Me dice, coge el fusil

Y así podrás tú con ellas.

Pero yo no quiero armas

En esta terrible guerra.

Aunque estoy más sola que la una,

En una frontera con metralletas.

A un transeúnte me encuentro

Y le invito a mi contienda

Pero  sigue su camino

Con una mochila negra.

Un borracho en la otra esquina

Cae de bruces en la acera

y me dice  que me vaya,

Donde la alegría me espera.

Sigo sola mi camino

Y tras de mí, vienen  mis penas.

Cual comitiva funesta

Van a enterrarme con ellas.

 

Encarna Recio Blanco



viernes, 1 de mayo de 2009

Pintaré un Mundo de colores


Pintaré un Mundo de colores

Con mis pinceles desgastados

Azul, violeta, o verde,

Con estrellas fugaces a tu lado.

Lo pintaré para que veas

El mañana nuevamente

Y olvides si es que puedes...

El filo de su muerte.

Los recuerdos tan tristes

Que aún anidas...

En el tronco de aquél árbol

Grabasteis media vida.

Pintaré un Mundo de colores

Para que tú puedas ver,

Que existe un nuevo día

Con el amanecer.

Te pintaré un arco iris

Entre palmeras calladas

Que lloran quizás también,

Que ella se fue con el alba.



Encarna Recio Blanco 

sábado, 25 de abril de 2009

Por la calle de las ánimas van...


Por la calle de las ánimas van tres beatas con mantillas.

Las campanas de la iglesia tocan que tocan, a misa.

Me miran con gran descaro porque llevo minifalda,

El pelo tirando a rubio y una melena muy larga.

 

En vez de correr me paro delante de estas fanfarrias,

Para decirles que recen por las que estén descarriadas.

Por las que tienen maridos y amantes meten en casa.

Por las que abortan maridos de las que están bien casadas.

 

Por el jefe de su hija que la tiene colocada

Y se dice por el pueblo que le ha comprado una casa.

Por el marido de la otra que a la cárcel fue a parar,

Porque dio talones falsos a quien tenía que pagar.

 

Por su suegra en un asilo cuando la herencia cogieron

Dejando a la pobre vieja que se pudriera allí dentro.

 Ahora me miran con rabia de oír lo que yo les digo

Y se arreglan la mantilla con un mohín encendido.

 

¿Que pedirán al Señor al rezar el Padre Nuestro?

¿Qué les perdonen las culpas o la envidia que sintieron?

Falsas monedas portaban con un grande Crucifijo.

Por la calle de las ánimas…murmuraban los tres bichos.

 

Encarna Recio Blanco.






No tengo ganas de hablar



No tengo ganas de hablar, de mirar, ni de escribir.

No tengo ganas de nada y me cuesta sonreír.

No puedo ya caminar por este largo sendero

Angosto y con mil espinas que sembraste a tu antojo.

 ¡Cómo quieres Dios que aguante las ganas y los deseos!

¡Cuando se me rompe el alma el día que no lo veo!

Si lo pusiste en mi vida aquella tarde de enero,

Cuando la lluvia caía y  tormenta había en el Cielo.

 Quizás fuera ya el presagio de lo que vendría luego,

Y no quise darme cuenta de sus besos traicioneros.

¿Cómo quieres que me aguante las ganas y los deseos?

Si me emborrachó la vida con vino de su veneno.

Cráteres de fuego,  montañas nevadas

Mil ríos sin agua y yo…enamorada.

Ya me he convencido, lo quiero olvidar.

¡Dame Dios las fuerzas para desatar...

Lo que tan atado en mi vida está.

No sé si podré… lo voy a intentar.

 

Encarna Recio Blanco.