sábado, 25 de abril de 2009

No tengo ganas de hablar



No tengo ganas de hablar, de mirar, ni de escribir.

No tengo ganas de nada y me cuesta sonreír.

No puedo ya caminar por este largo sendero

Angosto y con mil espinas que sembraste a tu antojo.

 ¡Cómo quieres Dios que aguante las ganas y los deseos!

¡Cuando se me rompe el alma el día que no lo veo!

Si lo pusiste en mi vida aquella tarde de enero,

Cuando la lluvia caía y  tormenta había en el Cielo.

 Quizás fuera ya el presagio de lo que vendría luego,

Y no quise darme cuenta de sus besos traicioneros.

¿Cómo quieres que me aguante las ganas y los deseos?

Si me emborrachó la vida con vino de su veneno.

Cráteres de fuego,  montañas nevadas

Mil ríos sin agua y yo…enamorada.

Ya me he convencido, lo quiero olvidar.

¡Dame Dios las fuerzas para desatar...

Lo que tan atado en mi vida está.

No sé si podré… lo voy a intentar.

 

Encarna Recio Blanco.




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