miércoles, 11 de junio de 2008

Cállate ya pluma mía


Cállate ya pluma mía

Que sólo salen lamentos

Tristezas, recuerdos

Y los besos que se fueron.

 

Sólo puedo escribir

Lo  que estoy oyendo

Ahora el aullido de un perro

Un coche en veloz infierno

 

Un roncar de no sé donde

Un cigarrillo desecho

Un collar sobre la mesa

Y este blog callado y quieto.

Que siempre, siempre se ríe

Cuando yo lloro en silencio.

 

Encarna Recio Blanco.



martes, 10 de junio de 2008

Hay amiga


Hay amiga que decirte

En esta tarde de horas desesperadas

Cuando la brisa me trae

Sin sello una negra carta.

Que gracias por escuchar

Mientras todos ya dormían

Que gracias por caminar

Cuando yo ya no podía.

 Que gracias por encender

La vela de la esperanza

Y por pedir a la Virgen

Que mediara en su tardanza.

Gracias por compartir conmigo

Todas mis dudas

Por enseñarme a vivir

Y regalarme locura.

Tú me enseñaste a tener

Pasiones que no terminan

A escribir para saciar

Mis penas y alegrías.

A que la vida es vivir

Y el que no lo hace muere

A sacar las fuerzas

Escondidas entre nieves.

 A que el amor no se muere

Y que si lo hiciera el otro

Intentemos arreglarlo

Con buenos modos.

 A que las lenguas malvadas

Se quemen en sus tormentos

Por censurar nuestro amor

Sin conocernos.

Que la poesía es un Don

Que a veces no valoramos

Pero que sirve de mucho

Cuando a solas nos quedamos.

A que tuviera paciencia

Cuando el ansia me atormenta

A que pudiera calmar mi alma

De pena llena.

Gracias por ser ésa amiga

Y caminar a mi lado

No te lo podré pagar

Aunque viva dos mil años.

Sólo te pido:

Que no dejes que me pierda

Que me muestres el camino

Porque sé que tú lo encuentras.

Encarna Recio Blanco





Cállate no hables



 Cállate no hables ahora no me des explicación

Que sin decirla la siento muy dentro del corazón.

Cállate ya y no digas lo que no quieres decir

Las excusas ya no sirven y no calman mi sentir.

 

Mírame solo a los ojos y en ellos  podrás ver

Esa verdad tan oculta que no logras entender.

Cuando estemos en silencio y nadie nos pueda ver

Nuestras almas encendidas nos harán enloquecer.

 

Navegaré por tu cuerpo no importa donde estés

De la mañana a la noche o en el negro atardecer.

Te fuiste sin decirme lo que quería oír...

Cállate ahora no hables déjame beber de ti.

 

Saborear tu veneno que nos perdamos los dos

Que sin tiempo y sin espacio busquemos nuestro rincón.

Que más nos da si mañana no nos volvemos a ver

Si no hubiera amaneceres ni besos por recoger.

 

Vivamos prestos la noche los minutos al compás

Dejemos que nos envuelva ésta loca realidad.

A mí me sobran las fuerzas a ti te falta valor

Pero uniendo nuestras almas seremos un corazón.

 

Cállate, ya esta noche Sólo te quiero besar

Y lo que venga mañana…solo Dios nos lo dirá.

 

Encarna Recio Blanco.




Mis celos se encienden



Mis celos se encienden

Cuando tardas en venir

Mi alma se pone en vilo

Y ya dejo de existir.

 Se encienden esas pasiones

Que no me dejan en paz

Mi ira me pide calma

Y no se la puedo dar.

Que sera de mis sentimientos

Que hoy escribo en el papel

Para que el viento los lleve

Donde quiera que tú estés.

 No me asusta la estrategia

Que hoy decidas tener

Aunque tú tengas la rabia

Ahora  tengo yo el poder.

 Sabré utilizar tu juego

Y quizás me una a él

Y cuando menos lo esperes

Dios te juzgará también.

 Sabias que me tendrías siempre

A la vuelta de tus pies

No te  imaginabas nunca

Que me podrías perder.

 Pero amor ya me cansé de esperarte

De esconderme en un rincón

De contar las horas a deshoras

En un frío callejón

 Sigue con ella viviendo, pero...

Sin el amor.

 

Encarna Recio Blanco





Deja mis manos libres


Deja mis manos libres

Sobre tu cuerpo…

No las retengas que te deseo.

 

Deja que ellas busquen

Con empeño de acariciar

Todos tus puertos.

 

Deja mis manos libres

Sobre tu cuerpo…

Que me he perdido en él...

Y no regreso.

 Encarna Recio Blanco




lunes, 9 de junio de 2008

Eres para mí



Eres para mí, la triste sonrisa

La noche sin luna, la mañana fría.

Los niños que entonan miles de canciones

Y ésos transeúntes que buscan rincones.

 

Eres en el alba, la pálida niebla

Eres huracán y eres la tormenta.

Eres paz y calma y también la quimera

Que nunca consigo por más que te quiera.

 

Eres la mirada perdida que nunca encuentro

La boca que ronda por el firmamento

Eres en el viento el dulce silbato

La hoja que vuela y que cae al rato.

 

Eres compañero, enemigo esclavo

Eres mi vida, mi sol y mis manos

Y yo de tu lista un segundo plano

Y de entre las sombras el último plato.

 

Soy ésa moneda que sirve de cambio

Y que en la frontera se entrega sin tratos.

También soy el contrato que nunca firmamos

A quien no pusiste  el anillo en su mano.

 

En fin tú eres todo lo que amo

Yo que soy para ti

¿Un mal trago?

 

Encarna Recio Blanco.