Hay amiga que decirte
En esta tarde de horas desesperadas
Cuando la brisa me trae
Sin sello una negra carta.
Que gracias por escuchar
Mientras todos ya dormían
Que gracias por caminar
Cuando yo ya no podía.
La vela de la esperanza
Y por pedir a la Virgen
Que mediara en su tardanza.
Gracias por compartir conmigo
Todas mis dudas
Por enseñarme a vivir
Y regalarme locura.
Tú me enseñaste a tener
Pasiones que no terminan
A escribir para saciar
Mis penas y alegrías.
A que la vida es vivir
Y el que no lo hace muere
A sacar las fuerzas
Escondidas entre nieves.
Y que si lo hiciera el otro
Intentemos arreglarlo
Con buenos modos.
Se quemen en sus tormentos
Por censurar nuestro amor
Sin conocernos.
Que la poesía es un Don
Que a veces no valoramos
Pero que sirve de mucho
Cuando a solas nos quedamos.
A que tuviera paciencia
Cuando el ansia me atormenta
A que pudiera calmar mi alma
De pena llena.
Gracias por ser ésa amiga
Y caminar a mi lado
No te lo podré pagar
Aunque viva dos mil años.
Sólo te pido:
Que no dejes que me pierda
Que me muestres el camino
Porque sé que tú lo encuentras.
Encarna Recio Blanco