Me gustaría que el incienso
No se
apagara jamás.
Que las
velas dieran luz
Al que
está en la oscuridad.
Que los recuerdos no cesen
En la
vida cotidiana
Y que
los Santos del cielo
Nos
protejan desde el alba.
Me gustaría que el amor
Mucho
más se expandiera
Es el
arma más segura
Que nos
libera de guerras.
Y que ustedes esta noche
Tengan
sueños muy felices
Nos
encontramos mañana…
Para
curar cicatrices.
Encarna
Recio Blanco.
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