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jueves, 6 de febrero de 2020

Una barba muy poblada...

 

Una barba muy poblada.

Su atuendo, desaliñado.

Un corazón con cadenas

Y unos ojos abrumados.

Rebuscaba por las calles

Cigarrillos  aplastados.

Sus manos los recogían

Cual un maná consagrado.

Le miraba a hurtadillas

Viendo el temblor en sus manos

Y sin medir un saludo

Le entregué, mi paquete de tabaco.

Te quiero mujer me dijo:

Dando un suspiro quebrado

Cual un ser humano herido,

Sin el auxilio a su lado.

Sigo sus pasos cuando se aleja

Con su cruz y unos cigarros,

Por la calle de la amargura va,

Este ser abandonado.

Yo sigo hablando con Dios

En este otoño anegado…

De lágrimas y de  vagabundos

Que te regalan un te quiero…

Por unos simples cigarros.

 

Encarna Recio Blanco.




martes, 17 de abril de 2018

Esta noche te hablo…


Esta noche te hablo…

 Lerda y cegada por las lágrimas que vierto,

Y que su agua apagará, lo  que me  dicta el fuego.

Mi boca me impide hablar, pero me anticipo a ello,

Aunque la tinta se agote, no cejaré en el empeño.

Escucha mi elocuencia muda, mi dolor y mi tormento.

La llamada a voz en grito de mi gloria y de mi infierno.

¿No ves la fiera borrasca que hoy habita en mis adentros?

Donde naufragan turbados, mis penosos sentimientos.

El vivir sin ti me ha condenado, a estar sitiada

Entre barrotes negros,

Con murallas que me impiden ver, cada día los cielos.

 Ya la muerte no me esquiva, viene, porque la deseo,

Al pensar, que en otros brazos, tu cuerpo se está meciendo.

Mi alma rendida clama entre suspiros al viento,

Que me regales postrero sólo, un añejo te quiero.

¿No ves cómo mi corazón clama,  sin tener paz ni remedio?

Queriendo el dolor calmar con estas letras al céfiro.

En lágrimas y suspiros, mi alma y mi corazón a un tiempo,

Van camino de una senda, donde el final es eterno.

No me sirve de nada la vida, sí las razones que tengo,

Para repudiarte hombre, aunque en el fondo… te quiero.

¡Qué contradicción Dios mío! ¿Qué es lo que estoy escribiendo?

Tanta muerte en mi vida, tan poco dolor, en el que está muerto.

…Y no te pido consuelos en los dolores que padezco.

Sólo quiero que algún día, tú no sufras por ellos.

No te olvides que te quiero, y que te sirvan de recuerdo,

Los tesoros que me debes, y los besos que no tengo.

Acuérdate amor mío, de tus vanos juramentos.

Lo que proclamó tu boca, lo han refutado tus hechos.

Ahora ya te digo adiós, con el ahogo que  siento.

Ni me da venia mi llanto… ni me da lugar mí tiempo.

 

Encarna Recio Blanco



sábado, 10 de febrero de 2018

Te amo…te amo...

Te amo…te amo...

De una manera inexplicable.

 De una forma inconfesable.

 De un modo contradictorio,

 ¡Pero te amo!

Con mis estados de ánimos

Que son muchos, y cambian de humor

 Continuamente. ¡Te amo!

Por lo que sabes, el tiempo, la vida

Y la muerte.

Con el mundo que no entiende.

 Con la gente que no comprende.

Con la ambivalencia de mi alma.

 Y con la incoherencia de mis actos.

Con la fatalidad del destino.

 Con la conspiración del deseo.

 Con la ambigüedad de los hechos.

Aún cuando te digo que no te amo.

 ¡Hasta cuando te engaño, no te engaño!

 En el fondo llevo a cabo un plan

 Para amarte más, y mejor.

¡Te amo!

 Sin  reflexionar, Inconscientemente,

 Irresponsablemente, Involuntariamente.

¡Te amo! con un cuerpo que no piensa.

 Con un corazón que no razona.

 Con una cabeza que no coordina.

 Incompresiblemente, sin preguntarme,

Por qué te amo.

Sin importarme por qué te amo.

Sin cuestionarme por qué te quiero tanto…

 ¡Y te amo tanto!


Encarna Recio Blanco.



lunes, 5 de junio de 2017

Agazapada en el silencio...


 Agazapada en el silencio

Aquella tarde te llamaba a gritos,

Sentada en la vieja estación

De nuestros  encuentros furtivos.

 Las horas pasaban lentamente

Entre aquella nebulosa  peregrina,

Y en mi cuerpo se imbuía

Como afiladas espinas.

Trenes pasaban a gran velocidad

Sin detenerse en aquella estación,

Chirriando se perdían de mi vista

Entre los hierros  de la negra vía.

Pasaron muchos trenes esa tarde

Muchos, de ninguno te vi bajar

Me volví con mis silencios

Y me propuse no esperarte más.

 

Encarna Recio Blanco.


  


viernes, 14 de marzo de 2014

Ya está bien de perder más el tiempo...



Ya está bien de perder más el tiempo

De que me paguen con falsas monedas

De dar siempre lo mejor que tenía

Y  me robaron por la puerta trasera.

Ya está bien de lágrimas

De suspiros y melancolías

Hoy me he puesto la piel de serpiente

Para defenderme de tanta felonía.

Ya no quiero perder más el tiempo

Con mediocridades…

Que sucios por dentro y por fuera

Van desparramando infelicidades.

 He perdido mucho tiempo, y me arrepiento

He querido mucho, y me contengo

He sido legal con todos

Porque me sobraban sentimientos.

Ya está bien de  esparcir las sonrisas

De dar la mano a quien no lo merecía

De callar lo que debía vomitar

Muchos días.

Mi  tiempo es escaso y no quiero perderle

Quiero caminar junto a personas de verdad

Quiero a mí alrededor seres humanos

Que sepan tocar el corazón con las manos.

 Aunque sólo Dios sabe el tiempo que he perdido

Ahora recupero la cordura.

Porque no quiero a mí alrededor

Truhanes con  falsas envolturas.

 

 Encarna Recio Blanco.