domingo, 4 de mayo de 2008

Cabeza loca...




Cabeza loca.

Corazón cuerdo.

Con alas muy blancas

Llagas hasta el Cielo.

Te abren la puerta

Y pasas con miedo.

Tu macuto pesa…

Con tus sentimientos.

 Te dicen que es pronto

Tienes que volver

Para seguir dando

Luz, al  que ciego esté.

 Muy triste respondes

No quiero volver…

Ya no tengo  fuerzas

Para ese quehacer.

Un hombre con barba

Te acuna en sus brazos

Y las fuerzas fluyen

En aquel abrazo.

Te pones tus alas

Blancas  otra vez

Y vuelves al reino

Que te vio nacer.

Aquí te esperaban

De nuevo otra vez

Pero ahora traías

Luz de amanecer.

 Deprisa que es tarde

Que tenemos que  hacer feliz

Al que triste y sólo…

Esta noche esté.

 

Encarna Recio Blanco.


 


No se cuanto tiempo hace



No sé cuánto tiempo hace

Que no siento la magia entre mis dedos

Que no le canto a los mares

Que no le silbo a los vientos.

Cuanto tiempo pasó

Que no sé ni de dónde vengo

Ni a donde me guían mis pasos

Por ese infierno.

El velo de mi celo

Acalora mis adentros

Me devuelve como loca

Lo que por ti estoy sintiendo.

Fluye la sangre en mi cuerpo

Con desastre y desconcierto

Cual ola contra una roca

Que se estrella  con estrépito.

 La luna desde lo alto

Me hace un guiño traicionero

Y me grita que estoy viva

Y que puedo amar de nuevo.

Pero lo que ella no sabe

Es que te di el corazón…

Y mis brazos que te unieron

En eterna comunión.


 Encarna Recio Blanco.



sábado, 3 de mayo de 2008

Algunos pasan juntos...



Algunos pasan juntos miles de horas al día

Nosotros sólo segundos, pero valen una vida.

Hay gente que duerme junta todos los días del año.

Nosotros, tan sólo uno pero nos amamos.

 Hay seres que  van caminando por la misma vereda

Y con distintos destinos.

Nosotros somos dispares y nunca partimos juntos

Pero estamos siempre unidos bajo la luz de ése punto.

Algunos pasan el tiempo durmiendo bajo montañas

 Y nosotros las soñamos y escalamos las más altas.

Hay personas que envejecen al lado de quien se casa

Ni se miran a los ojos y no se conocen de nada.

Tú y yo a cada lado de un mundo tan diferente

Moriremos abrazados lejos de toda esa gente.

Hay vidas que se recorren en un mísero momento

Y momentos que se viven…hasta el final de los tiempos.


Encarna Recio Blanco.





jueves, 1 de mayo de 2008

Has llegado Mayo



Has llegado mayo florido y hermoso

Con luz en los Cielos que brillan fogosos.

Me trajiste rosas rojas de pasión

Para el que enamora a su gran amor.

Camelias y nardos. Orquídeas dormidas

Y las margaritas Que son tan bonitas.

Bonsáis pequeñitos. Las flores de loto

Que con sus augurios nos volvemos locos.

Lirios y saludos la menta que excita

Y las madreselvas que nos encandilan.

No puedo nombrarlas a todas las flores

Porque tienes muchas y de mil colores.

Has llegado mayo con unos días de descanso

Para mí, sólo de cuerpo porque la mente la tengo

Siempre cosiendo y bordando.


Encarna Recio Blanco.



martes, 29 de abril de 2008

Abril frondoso.



Abril frondoso y florido que bien nos hemos portado

Pero mi pluma sin tinta me dice: que me he pasado.

Mis dedos rígidos lloran un descanso necesitan

Y me piden que despierte de esta cruel tropelía.

He sacado los recuerdos que tanto me atormentaban

A ver si por una vez mi mente descansara.

Eran como borbotones lo que mis sienes sangraban

Y me decían que siguiera con mí arado en la labranza.

De la cama muchas noches cuando la luna cantaba

Presta agarraba el fusil y en las guerras me adentraba.

Allí ponía la sonrisa al que triste se encontraba

Al hambriento daba pan muy caliente de mi hogaza.

Al sólo le acompañaba y le leía mis cartas

Y siempre veía en sus ojos unas lágrimas margas.

A los que estaban muy lejos aunque no los conocía…

Les he mandado esperanzas con mis cartas y poesías.

Abril florido te alejas Mayo ya llama a mi puerta

Quiero seguir dando amor al que venga a mi cosecha.

 

 Encarna Recio Blanco



Se repiten en mi mente





Se repiten en mi mente la historia de nuestra vida, y pasa tan presurosa que apenas me da la dicha de quedarse entre mis sueños, de aportarme la alegría, de tocarme con sus dedos, de calmar esta agonía.

  Se repite ya cansada de tanto ir y venir, de tantas noches furtivas, que yo jamás te pedí. Las horas entre tus brazos se escapaban  veloces, la pasión nos consumía cuando en las noches de invierno, en mi alcoba aparecías, amándome sin medida, sin reservas y sin miedos, a tu lado parecía que no existía el infierno.

 Las palabras son pasos y los verbos se terminan, para explicar lo que siento en esta noche tan fría. De quererte sin sentido cuando ya todo se fue, de seguir en este túnel del que ya no sé volver.

 No te pido que regreses ni que me pidas perdón, ni siquiera unos meses a solas juntos tú, y yo. Te pido que me recuerdes y que no olvides por Dios…

Aquellos besos que nos dimos, y los que el tiempo nos robó.


Encarna Recio Blanco.