Hoy está muy
enfadada
Porque al pasar por el puente
He visto lágrimas en su cara.
Agarrada a las barandas
De ese puente milenario
Que la tiene entronizada.
Desde abajo la he limpiado
Sus lágrimas con mi alma
Y la he rezado una Salve
Para que su cara se alegrara.
Al despedirme de Ella
Mi cuerpo notó su abrazo
Y me decía al oído…
¡Que ya no estaba enfadada!
Encarna Recio Blanco.
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