miércoles, 21 de febrero de 2024

La Virgen de los Peligros...


 La Virgen de los Peligros

 Hoy está muy enfadada

Porque al pasar por el puente

He visto lágrimas en su cara.

 Frente a ella me he parado

Agarrada a las barandas

De ese puente milenario

Que la tiene entronizada.

Desde abajo la he limpiado

Sus lágrimas con mi alma

Y la he rezado una Salve

Para que su cara se alegrara.

Al despedirme de Ella

Mi cuerpo notó su abrazo

Y me decía al oído…

¡Que ya no estaba enfadada!

  

Encarna Recio Blanco.


lunes, 19 de febrero de 2024

Sembrando amor...

 


Sembrando amor en los corazones

Siempre y en todas las estaciones

Nace y florece.

Pero está tan escaso  y tan debilitado

Que a veces no lo veo por donde paso

¡Siendo tan barato!

A un mendigo me encuentro

Dando bandazos y a nadie veo

Dándole un abrazo.

El cura me sale al paso

Y me da un sermón algo raro

Aunque me vea que voy rezando.

Si escribo y digo

Que voy a parar una guerra

Todos se ríen de mi ocurrencia.

Si me ven vestida de lentejuelas

Murmuran que soy una loca

Que  se va de fiesta…

Ignoran que vengo de una residencia

Para hacer felices a los que en ella

Padecen las ausencias.

 Voy a seguir sembrando amor

Hasta en las aceras

Y hasta el día que me muera.

 

Encarna Recio Blanco.


jueves, 15 de febrero de 2024

Era el mes de Mayo...

Era el mes de Mayo

Cuando florecían los campos

En el que tomaría mi primera comunión

Tan largamente  esperando.

 ¡Y ese día había llegado!

Qué feliz caminaba aquel día

De la mano de mi madre hacia iglesia

Me sentía cual una princesita

De Blanco vestida.

No me importaba que mi hermana

Ya lo hubiera estrenado en la suya,

Pues iba con mi corazón abierto

Para que entrara el niño Dios

Que me estaba esperando.

Los zapatos me hacían daño

Ya que eran de los más baratos

Pero no me Importaba,

Aunque me estuvieran lastimando.

 Mi padre con su traje nuevo

Nos miraba emocionado,

Y aquel beso que me dio en la iglesia

En mi corazón aún, lo tengo guardado.

Me sentó mi Madre en el banco

Cuando ya me estaban esperando,

Y recuerdo que el Sacerdote

Llegando hasta mi lado me decía…

  ¿Traes el Verso que has escrito a la Virgen?

 ¿Para después recitarlo?

Y tímidamente se lo enseñé

 En un papel arrugado.

El poema que había escrito

Aún hoy, de memoria puedo recitarlo

Y con gran devoción a la Virgen

Se lo fui declamando.

 Al terminar, me dieron mi primer aplauso

 Entonces mis ojos, se llenaron de lágrimas

 Y mi corazón saltó de mi pecho

 Como un caballo desbocado.

Después…

Nos dieron el chocolate con churros

¡En aquellos tiempos tan escasos!

Así es que,  como pollitos con hambre

Los fuimos devorando.

No hubo ni dinero, ni  regalos,

Ni fotos, ni fotógrafos.

Hoy me duele el corazón

Por no tener  de ese día, ni un retrato.

¡Ni un solo retrato!

 

Encarna Recio Blanco.



martes, 13 de febrero de 2024

Para todos aquellos...


  Para todos aquellos que están enamorados.

Para los que nunca conocieron el amor.

Para aquellos que lo buscan incansablemente

Y nunca lo encontraron.

 Para aquellos que sufren el amor prohibido sin esperanzas.

Para el que hoy nadie le dará un beso ni le dirá te quiero.

Para aquel que se quedó sin su medio corazón.

Para el mendigo que busca un abrazo y le dan migajas.

Para el que está entre rejas por culpa de un error.

Para el que implora unos besos y nadie se los dará.

Para aquel que se encuentre solamente con su soledad.

Para aquellos que hoy no puedan comer ni un pedazo de pan.

Para los que se quedaron sin sus casas por culpa

 De los usureros de negras entrañas.

 Para los que duermen en las calles entre cartones.

Para el que escribe y sus letras se pierden entre basuras.

Para aquellas mujeres que venden sus cuerpos

 Por unas monedas.

Para los que regalan amor cada día y nadie los entiende.

Para el marginado que huye de una sociedad llena de fieras.

Para todos ellos ellos… Mi amor, mis besos y mis te quieros.

 En un día  14- de Febrero que dicen por ahí...

!Que es el día…de los enamorados!

   

 Encarna Recio Blanco.



¡Alegría…alegría! Que estamos...

¡Alegría…alegría! que estamos en Carnaval

Bailemos la samba  y dejemos de pensar.

Se engalana las calles de colores y de fiestas

Al son de las charangas no existen las penas.

Parece que en el mundo no existe ni crisis ni guerra,

Que todos tenemos saldada las deudas.

Son días donde la vergüenza se maquilla de júbilo

Donde los problemas se cambian por lujos.

¡Si la gente está en el paro que más  nos da!

A mover las caderas y a ponerse el antifaz.

Senos al aire, piernas al sol, muchas lentejuelas

Que tapan miserias, con la algarabía, del vino y del son.

¡Alegría…alegría! que estamos en carnaval

Si estamos en crisis, ¡lo mismo nos da!

Si en los hospitales las camas nos faltan

Y por los pasillos, los enfermos mueren y callan

 ¡Algo malo  pasa!

Si por la avenida los mendigos imploran ayuda

Y los gobernantes, no tienen cordura.

¡Algo malo pasa!

No siento la música ni el son callejero,

Siento indignación por lo que estoy viendo.

 ¡Estamos en carnaval!

 

Encarna Recio Blanco 


domingo, 11 de febrero de 2024

No supe cual era su patria...reflexiones-


No supe  cual era su patria  y nunca se lo pregunté. Aquel hombre con ojos tristes, que detrás de mis cristales, lo vi por primera vez. La noche era tan fría, que calaba hasta en los huesos de aquel pobre indigente,  que a su lado tenía por compañía, su  silla  de ruedas roída.

Al verlo, mi corazón hecho una fiera bajó  de dos en dos los peldaños de mis escaleras,  y me acerqué silenciosa hasta su lecho,  un banco de hierro en  aquel el atrio de una iglesia. Bajé con una manta para arropar aquel cuerpo helado, una almohada para que apoyara su frágil cabeza, y una taza caliente de leche, para que aquel cuerpo reviviera.

Hablamos  mucho rato los dos, a mis preguntas él me respondía con un tono dulce,  me contaba, en la triste situación  en la que se encontraba. Me dijo, que por un error le cortaron una pierna y que ya no podía caminar.

Entonces, empecé mi lucha para buscar donde lo podían acoger, llamé a todos los centros de acogida, a las fuerzas del orden, al cura y hasta las

 Las puertas del cielo me acerqué, para pedir la ayuda  que ese ser humano con urgencia necesitaba, en una noche tan fría, para que  no muriera de frio, entre aquellos malditos hierros, que le sostenían.

¡Hoy le han encontrado muerto! ¡Muerto! junto a su silla de ruedas y mi corazón nuevamente,  ha saltado gritado como el de una fiera.

A mis preguntas sé, que nadie me va a responder…ni mi dolor  nadie puede paliar…es tan duro saber, que en pleno siglo veintiuno ocurran estos tristes acontecimientos, entre  los seres  menos favorecidos.

Quiero  solamente que mis letras sirvan para ablandar a esos corazones que nos gobiernan, esos que proclaman en los hemiciclos a grandes voces que las ayudas están dispuestas, para todos aquellos lo necesiten.

¡Qué paradoja! Ellos pasan el tiempo gritando por el maldito poder, entre los petardos  que  arden, en las fiestas de un pueblo que a ellos les vota.

 ¿Dónde está la solidaridad para estos seres tirados por los suelos? ¿Dónde está la cordura para gobernar a los pueblos? ¿Dónde está la caridad tan preciada, para con estos seres tan indefensos?

Denuncio hoy con todas mis fuerzas, estos abandonos de esa clase política que nos gobierna, y de los negros corazones tan negros que portan  en su pecho.

¡Sabe Dios! Cuántos  indigentes hoy, en cualquier parte del mundo, no se habrán despertado, durmiendo entre la nieve y estarán padeciendo estas  mismas calamidades, hambrientos y desahuciados, en un mundo tan frio    corrupto y despiadado.

Seguiré denunciando y preguntando cada día de mi vida a los que tienen el poder en sus manos… si tienen conciencia, asilos, camas, comida y abrigo, para tantas almas, que no tienen nada, ni a nadie…que les bese el alma…

Sí estoy segura que Dios me oyó y se lo llevó directamente al Paraíso de los justos.

 

¡Descansa en Paz amigo mío!

 

Encarna Recio Blanco.