viernes, 7 de noviembre de 2008

He querido atar




He querido atar

Del Cielo una estrella

Tira que te tira…

Pero se me suelta.

¡He querido mucho!

Y siempre se suelta.

Esta cuerda mía…

¿Porque se me rompe?

¿Cuándo más aprieta?


 Encarna Recio Blanco


Grito al Cielo que me detenga...




Grito al Cielo que me detenga

Para no correr hacia tus brazos.

Grito a la fuerza que venga

Para que frene mis pasos.

¡Que mis ojos no te vean! ¡Dios!

Y yo más quiero mirarlos.

Que mi cuerpo no me pida

El calor de tus letargos.

Que se acabe el día,

Para cerrar bien mis ojos.

Para ponerle grilletes

A este corazón tan loco.

Grito al Cielo que detenga

Esta lluvia de mis ojos.

¿Pero el Cielo no responde?

¿Se habrá quedado dormido?


Encarna Recio Blanco.




sábado, 1 de noviembre de 2008

Está llorando la tarde



Está llorando la tarde

Es el día de los difuntos

De los que ya se marcharon

Y nos dejaron de luto.

No me gusta ver las flores

En las lápidas de ceras

Porque se secan llorando

En las frías piedras.

No me gusta ver murmullos

De mujeres enlutadas

Con las velas encendidas

Y las mentes apagadas.

Altos y tristes cipreses

Se balancean con el viento.

La tarde sigue llorando

En el triste cementerio.

La comitiva se aleja

Entre coches atronando

Cual caravana festiva

Donde pasaron un rato.

No dudo de ese dolor.

No dudo de ese dolor

No dudo del sentimiento.

De lo que dudo

 Es que hoy algunos…

 No recen a sus difuntos

 Ni un Padre Nuestro.


Encarna Recio Blanco





miércoles, 15 de octubre de 2008

Fueron tantos días


Fueron tantos días.

Tantas noches.

Tantos momentos…

 Que por más que yo le pida

 A mi fe que siga ardiendo

Ya se  ha negado a alumbrar

 En nuestro mundo secreto.

Me dice que quiere irse

Descansar de éste tormento

Que ya no puede esperar

Ni un momento.

 He atado bien las esperanzas

La pasión y aquellos besos

Y cuando  las di de espaldas

Todas volvieron corriendo.

Me suplican que libere

 A mi pobre corazón

Que llora por las esquinas

Pidiendo perdón.

Sé  que  no pueden salvarse

 De esta condenada de amor

Por un delito con pena

Que la luna me incitó.

La gente mira riendo

Y se burlan de mis pies

Que corren buscando algo

Que no se puede coger.

No me llamas

Y cansada de esta espera picasiana

Grito pidiendo a la Virgen

Que responda a mi llamada.

No le pido que me quieras

Ni que me jures eterno amor

No le imploro  tu presencia

Sólo le pido perdón.

Sólo deseo que  Ella entienda

Que yo ya no puedo más

Que esta carga me atormenta

Y me duele esta verdad

De saber que estoy amando

A quien no me puede amar.


 Encarna Recio Blanco.


Cuando la vida me muestre




Cuando la vida me muestre

Razones para quererte…

Quizás ya no pueda amarte

Ni siquiera retenerte.

Ya no podré olvidar la farsa

Cuando tú me lo propongas.

Es injusto padecer

La agonía de las horas.

 Los minutos, los segundos

Que se paran en el tiempo

Y que me cuentan las mentiras

Que tú me has ido diciendo.

Que encienden todas las luces

Cuando quiero estar dormida.

Que hablan pegando gritos

Cuando el silencio me mina.

Déjame soñar que vuelo

Sin alas entre montañas.

Que no me asusta el invierno

Ni sus escarchas heladas.

 Déjame mirar al Cielo

Y ver que el Sol me ilumina

Para ver con claridad

El  teatro de tu vida.


Encarna Recio Blanco



sábado, 11 de octubre de 2008

Cuantas tardes paseamos...



Cuantas tardes paseamos

Por el jardín del olvido

Por el árbol de los sueños

Y por el bosque prohibido.

 Cuantas noches dibujamos

Con los dedos las estrellas

Escribiendo mil poesías

Sin que la luna nos viera.

 Cuantas veces estas manos

Tocaron tu frío cuerpo

Estudiaron tus lunares

En tálamos de fuegos.

 Cuando surcos sin querer

Hacer daño a mi barbecho

Con tempestades labradas

En verano y en invierno

Siempre queda la esperanza

Dormida bajo un lucero

Mientras se mecen mentiras

En el baúl de los sueños

Sé que no quedan salidas

Salvo que olvide lo nuestro

Pero no puedo olvidar

Algo que llevo tan dentro

 Me castigarán las llagas

De mi corazón maltrecho

Saldará el tiempo las deudas

Que nos perdonó el momento.

Y seguiré caminando

A solas con mis recuerdos

Y con el tormento de amarte

Sin tú tener

El valor de luchar por ello

Aunque sepas cuánto te quise…

 Y cuánto te quiero.


Encarna Recio Blanco