viernes, 30 de marzo de 2018

¡Padre Nuestro!

¡Padre Nuestro! 

Que estás en los Cielos en las flores, 

En el canto del jilguero y en los corazones abiertos.

Que estás en el perdón, en la caridad, en el amor, en la oración,

En la humildad, en los rencores y en los que están  hambrientos.

 ¡Padre Nuestro! que estás en  mí,  en la calma, 

En el que me hiere,  en la paciencia, en el gesto,

Y en el que está en constante tormento.

  Que estás en el  exilio, en las fronteras y en los que tienen

Miedo de aquellos tiranos...

Sin pan, sin trabajo, que son inocentes y los tienen

Presos.

Santificado sea Tu nombre Misericordioso. Glorificado

Por todo lo que es bueno, Justo y honesto,

 Iluminándonos siempre, los negros senderos.

 Venga a nosotros Tu Reino de fe, de paz, de justicia

Y de sosiego,cuando la tempestad  se adentra

En nuestros puertos.

 Ten piedad de los que te imploran,  de los que lloran,

De los humildes de los niños desamparados

Y de los ancianos solos.

¡Este mundo  a veces Dios mío es tan frío, como el hielo!

Hágase Tu voluntad en la Tierra y en  el Cielo.

Danos la calma, el sosiego, las fuerzas para sobrellevar

En nuestra vida los dolores que padecemos.

 Pero aun así, si estos sufrimientos fueran necesarios…

Danos las fuerzas, la paciencia, el coraje y el amor,

Para sobrellevarlos.

¡Y no olvides Padre mío! que todas las noches…

Yo lloro contigo.  Amén

 

Encarna Recio Blanco




miércoles, 28 de marzo de 2018

“En esta tarde, Cristo del Calvario”


“En esta tarde, Cristo del Calvario”

Vine a rogarte por mi carne enferma;

Pero, al verte, mis ojos van y vienen

De mi cuerpo a tu cuerpo con vergüenza.

 ¿Cómo quejarme de mis pies cansados?

Cuando veo los tuyos destrozados

¿Cómo mostrarte mis manos vacías?

¡Cuando las tuyas, están llenas de heridas!

 ¿Cómo explicarte a ti mi soledad?

Cuando en la cruz alzada y sólo estás.

Cómo explicarte que no tengo amor

Cuando tienes rasgado el corazón.

 Ahora ya no me acuerdo de nada,

Huyeron de mí todas mis dolencias.

El ímpetu del ruego que traía

Se me ahoga en la boca pedigüeña.

 Y sólo pido no pedirte nada.

Estar aquí junto a tu imagen muerta

Ir aprendiendo que el dolor es sólo

La llave Santa de tu Santa puerta.

G Mistral

Encarna Recio Blanco.




lunes, 26 de marzo de 2018

Madre abre el arcón negro...


Madre abre el arcón negro  y saca  mi túnica morada

Que a la vuelta de la esquina, está la Semana Santa.

  Ya tocan a duelo Madre, ya se oyen las campanas.

Ya viene solemne y triste…la Virgen de la Esperanza.

Por las calles va el cortejo, hasta que despunte el alba,

Bajo un cielo sin estrellas y una luna desmayada.

 Huele a cera derretida Madre, a pecados cometidos.

A las heridas abiertas de Nuestro Señor Jesucristo.

 Ya voy descalza tras ellos  escondiendo mi pena

Y mis lágrimas, que resbalan por mi cara,

 Cuando veo tan triste, a Su Madre enlutada.

Al Nazareno voy clamando  desde el fondo de mi alma.

Descalza  y desgajada voy pidiendo, el perdón

Que quien lo mira lo alcanza.

El perdón para este mundo que lo profana.

  Lo pende de un leño y lo clava en el madero,

 Con su sangre celeste derramada.

Le pido por los mayores olvidados.

 Por los enfermos sin esperanzas.

Por los pobres de espíritu, y por los

Que no tienen alma.

Por los niños solos y abandonados.

Por los mayores olvidados.

Por los desterrados sin país, ni casa.

Y por todos aquellos, que no creen en nada. 

¡Voy pidiendo la Paz del mundo Madre,

¡Que nos hace mucha falta!

Para que las guerras terminen

Y se eliminen las armas.

Al ver al crucificado la Tierra y los Cielos

Lloran.

Y yo madre, en duelo sigo acompañando…

A la Virgen de la Esperanza.

 

Encarna Recio Blanco




sábado, 24 de marzo de 2018

En las ramas de unos sauces...

 

 En las ramas de unos sauces  me puse a escribir.

El viento me balanceaba y mi pluma bailando,

 No me dejaba seguir.

 Un pajarillo travieso llegó cantando, se sentó a mi lado

Y  dijo coqueto:  ¿A quién estas esperando?

 ¿Cómo sabes que espero  le dije extrañada?

¿No ves que estoy escribiendo? aunque se muevan

 Las ramas.

Es que te brillan los ojos, me dijo;

 Es que te tiemblan los labios y miras de una forma

Al Cielo, como pidiendo un milagro.

No  supe que contestarle, y cansado de esperar,

Echó sus alas al viento ahora…

 Con otro triste cantar.

 

Encarna Recio Blanco.




miércoles, 21 de marzo de 2018

¡Poesía! ¡Quiero felicitarte amada mía!



¡Poesía!

 ¡Quiero felicitarte amada mía!

Te llevo  tan dentro que eres parte de mi vida

Si no te tengo a mi lado no sé lo que haría.

 Cual droga te busco para que me calmes

Para que me alegres, para que me ames.

Eres esa dulce melodía que me emborracha

Cuando el amor a mi puerta llama.

 ¡Te necesito!

Cuando el dolor siento, el desamor presiento

Cuando la risa me llena y  cuando la tristeza acecha.

 Eres compañera de mis fechorías

Cuando mi pluma a veces, se dispara con osadía.

Tratas de enmendarme pero soy tozuda

En el pensamiento y en la altanería.

 Eres un oasis por donde me pierdo

Cuando ya no puedo más con mi enorme cargamento.

Eres  mi paz  mi sosiego, alimento de mi alma

Compañera de fatiga en las batallas.

 ¿Qué te diría poesía en este día?

Si mi amor está muy lejos, y en otra compañía.

Que vivo y que muero, que grito y que lloro

Y que los cielos hoy, tienen mil cerrojos.

 Siempre te cuento mis cuitas y todo lo que acontece

En este mundo de locos, donde mi pluma perece.

Siempre demandando paz, sembrando esperanzas

Para aquellos que estén tristes

Florezca luz en sus almas.

 No sé si mi métrica será la adecuada.

No sé si los ritmos están  engarzados.

No sé si la estrofa está desmedida

Sólo sé, que es el corazón y el alma, quien me  lo dictan.

 Eres ésa dulce  pócima que me emborracha

Con el néctar de tu aroma mi corazón descansa.

Eres indescriptible, etérea bella por dentro y por fuera

¡Quien tuviera la llave para abrir tu puerta!

 "Decía León Felipe:”

Deshaced este verso, quitarles los caireles de la rima

El metro, la cadencia y hasta la idea misma.

¿Qué importa que la estrella esté rémora?

Y deshecha la rosa.

Aún tendremos el brillo y el aroma.

Aventad las palabras y si después queda algo todavía

Eso será…La poesía.

¡Felicidades…Amada mía!


Encarna Recio Blanco.




lunes, 19 de marzo de 2018

Puedo escribir los versos...


Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada,

Y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como éstas, la tuve entre mis brazos.

La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.

Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.

Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.

La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.

Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.

Mi corazón la busca, y ella, no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos

Árboles.

Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.

Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro será de otro, como antes de mis besos.

Su voz, su cuerpo claro, sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.

¡Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido!

Porque en noches como ésta, la tuve entre mis

Brazos, mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,

Y éstos sean los últimos versos, que yo le escribo.

Neruda

 Encarna Recio Blanco.