¡Padre Nuestro!
Que estás en los Cielos en las flores,
En el canto del jilguero y en los corazones abiertos.
Que estás en el perdón, en la caridad, en el amor, en la oración,
En la humildad, en los rencores y en los que están hambrientos.
En el que me hiere, en la paciencia, en el gesto,
Y en el que está en constante tormento.
Miedo de aquellos tiranos...
Sin pan, sin trabajo, que son inocentes y los tienen
Presos.
Santificado sea Tu nombre Misericordioso. Glorificado
Por todo lo que es bueno, Justo y honesto,
Iluminándonos siempre, los negros senderos.
Y de sosiego,cuando la tempestad se adentra
En nuestros puertos.
De los humildes de los niños desamparados
Y de los ancianos
solos.
¡Este mundo a veces Dios mío es tan frío, como el hielo!
Hágase Tu voluntad en la Tierra y en el Cielo.
Danos la calma, el sosiego, las fuerzas para sobrellevar
En nuestra vida los dolores que padecemos.
Danos las fuerzas, la paciencia, el coraje y el amor,
Para sobrellevarlos.
¡Y no olvides Padre mío! que todas las noches…
Yo lloro contigo.
Encarna
Recio Blanco