“En
esta tarde, Cristo del Calvario”
Vine
a rogarte por mi carne enferma;
Pero,
al verte, mis ojos van y vienen
De
mi cuerpo a tu cuerpo con vergüenza.
¿Cómo quejarme de mis pies cansados?
Cuando
veo los tuyos destrozados
¿Cómo
mostrarte mis manos vacías?
¡Cuando
las tuyas, están llenas de heridas!
¿Cómo explicarte a ti mi soledad?
Cuando
en la cruz alzada y sólo estás.
Cómo
explicarte que no tengo amor
Cuando
tienes rasgado el corazón.
Ahora ya no me acuerdo de nada,
Huyeron
de mí todas mis dolencias.
El
ímpetu del ruego que traía
Se
me ahoga en la boca pedigüeña.
Y sólo pido no pedirte nada.
Estar
aquí junto a tu imagen muerta
Ir
aprendiendo que el dolor es sólo
La
llave Santa de tu Santa puerta.
G Mistral
Encarna Recio Blanco.
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