martes, 3 de enero de 2017

Aquí estoy-Reflexiones-



Aquí estoy...
Con mis manos dispuestas, y con el desastre consagrado que supone, querer escribir, aún sin saber cómo atizar a mis neuronas, para que se espabilen.
Queriendo dibujar con el oleo de mis venas, algo que me lleve a olvidar, lo que en esta tarde lluviosa de otoño, me requema.
Aquí estoy, delante de este tétrico artefacto, que me mira inmóvil, sin querer darme una primera nota de salida, igual que lo hace un director de orquesta, con su  batuta negra.

Mis parpados fijos en el folio que me mira, preguntándome algo, de lo que no tengo respuesta, condenada por no poder salir del laberinto de las letras, queriendo dar luz con mi alma, a este anochecer que me revela.

Por el gélido desierto me adentro, para no caer en las garras de su recuerdo, candente, como la fogata de un volcán en erupción. No cicatrizaron las heridas no, no se cerraron en mi recuerdo, por más que lo intento.

Me estremece el alarido de un suspiro, que sale de mi cuerpo al recordar, el último de sus besos, esa huella, no puede borrarla de mis labios nunca, así como nuestra historia tan dolorosa, y a la vez, tan maravillosa.

La tarde va cayendo, y la lluvia arreciando, el agua prendida de mis cristales parecen lagrimas a la deriva, mientras, la nicotina hace estragos en mi garganta, que seca,  me pide que cambie de tema.
  

Encarna Recio Blanco




Escucha"-REFLEXIONES-AQUÍ ESTOY CON MIS MANOS DISPUESTAS." en Spreaker.

domingo, 1 de enero de 2017

Entrégate…





Entrégate…
Entrégate con la ambición,
de un borracho en la taberna
de mis cuerpo.
Entrégame tus misterios
para que yo lo despliegue.

Navegaré con los frutos
de tu voluptuosa cosecha,
esparcidas por mis senos
que ardientes lo esperan.

Cráter de lava que me ciega.
Huracán que me eleva
por la pendiente de la locura
en el paraíso,
de nuestra noche sin luna.

No te detengas…
No te detengas y sigue,
al ritmo pausado de las cuerdas
de la guitarra, y de tus dedos,
sobre mis piernas.


Encarna Recio Blanco

Encarna Recio Blanco.

De mi último libro…
(Atardeceres de fuego)








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sábado, 31 de diciembre de 2016

Anhelantes esperamos...


Anhelantes esperamos

Despedir un año que se nos va,

Y con la misma ilusión recibiremos

Al que llama a nuestra puerta

Para entrar.

Felices aquellos que lo vean llegar

Entre familia y amigos, risas

Parabienes, buenos deseos

Y en champán.

 Bienaventurados aquellos

Que ya no están en nuestra mesa

Que se fueron para siempre

Hacia esa luz, que a todos

Tarde o temprano, nos llegará.

 Entre copa y copa la alegría

Las lagrimas, se mezclarán

Brindando por el  año nuevo

Que esperamos sea de Paz.

 Por las calles esta noche huele

A despedidas y bienvenidas

A propósitos firmes

De ser mejores cada día

De nuestra vida.

Desde mi rincón amigos

Os deseo lo mejor…

Y os mando un abrazo cálido

Envuelto en poesías.

 

Encarna Recio Blanco.




miércoles, 28 de diciembre de 2016

Te conocí una noche...


Te conocí una noche, que ni siquiera había estrellas.

Ni una luna se mostraba, ni había rayos, ni centellas.

No sonaban las campanas ni melodías al viento.

No vi pasar ningún ángel por aquellos derroteros.

Saltaron en mi vientre de repente, las semillas del deseo.

Y volaron mil mariposas por encima de mis pechos.

Te conocí en verano cuando lucen los almendros.

¿O tal vez, fuera en primavera, bajo el azul de algún Cielo?

Yo seguía caminando como si nunca te viera,

Y tú pasaste de largo como el que no se da cuenta,

Aunque estuvieras casado y yo, con hombre a mi vera.

Te conocí aquella noche y el fuego nos devoró

En un tálamo desgajado nos confesamos amor.

Más tarde nos encontramos a la orilla del deseo

Nos miramos a los ojos y solamente hablaban ellos.

Se desbordaron los mares y hasta el Sol se despertó

Cuando tu cuerpo y el mío en éxtasis se desplomó.

Lo que el destino depara,  no hay fuerza que lo detenga.

Lo que Dios quiere que pase, se cumpla de igual manera.

Te conocí aquella noche y las estrellas brillaron.

Hasta que nos llegó el alba, nos estuvimos besando.

  

Encarna Recio Blanco.




lunes, 26 de diciembre de 2016

¡María Dolores! ¿Me escuchas? (Sátira)


¡María Dolores! ¿Me escuchas?

Yo de maridos no entiendo

Pero de veras me gusta, el del anillo

 Que tú, pusiste en su dedo.

 Y te digo que no entiendo,

Porque me quedé soltera,

Esperando que algún día

Él a mi lado volviera.

 Pero cuando lo encontré

 Tú ya lo habías cazado,

Con el maldito dinero

De la herencia de tu abuelo.

A tus dolores constantes

Lo tienes crucificado,

En una mansión de paja

Con la cruz de su calvario.

María Dolores ¿me escuchas?

Nunca quise hacerte daño

Pero lo quiero a rabiar

¡Mujer, no te enfades tanto!

Y no  puedo soportar este dolor

Sólo a Dios pido consuelo,

Por quererlo sin remedio,

Estando tú, de por medio.

Él te quiere, y a mí me ama

Tal vez nos mienta a las dos

Cosa que yo lo perdono

Pero tú, creo que no.

 Partirlo en dos no podemos

Dame tú una solución…

!María Dolores! ¿Me escuchas?

¡Creo que no!


Encarna Recio Blanco.



Sobre tu piel quiero...


Sobre tu piel quiero escribir mis fantasías,

Con el pincel y la pluma entre mis dedos.

Dibujando mil colores, cual arco iris refulgente,

Deja que mis manos se afanen por el barbecho

Y siembren.

Duerme…duerme, con la placidez de saber

Que nuestros corazones, se aman locamente.

Déjame que te tatúe de besos todo el cuerpo,

Que me pierda por la descontrolada respiración,

Que me estremece.

En nuestro lecho, cuajado de madreselvas,

El perfume nos envuelve, abanicando las sabanas

 Mojadas…el alba, se entretiene.

 

Encarna Recio Blanco.

De mi último libro…

“Atardeceres de Fuego”