Queridos Reyes Magos:
viernes, 4 de enero de 2008
Queridos Reyes Magos
Queridos Reyes Magos:
martes, 1 de enero de 2008
Queridos amigos internautas
domingo, 30 de diciembre de 2007
He quemado mi almohada
He quemado mi almohada donde reposó tu cara.
He hecho sin compasión mil jirones de las sábanas.
He visto mi cuerpo sucio de tus caricias profanas
Y he limpiado bien mi boca, donde tú dejaste nada.
He destrozado mi mente recordando tus palabras
Y he visto dentro de mí, un anochecer sin causa.
Un desastre sin sonido. Un amanecer con lágrimas.
¡Mira lo que te has perdido donde tanto te esperaba!
Ya sólo tengo los dientes como una fiera enjaulada,
Que quiere morderlo todo, y al final, no muerde nada.
Pero aunque yo las contenga son tan enormes las ganas
Que si te tuviera aquí, destrozaría sin tocarte
Esa gallardía tan vana.
He tirado el cenicero humeante como tu cara.
He abandonado la casa para no respirar siquiera,
El olor que tú dejabas. Y golpeé mi cabeza.
Y me arañé las entrañas.
Y no tiro también mi cuerpo…
Porque dentro, está mi alma.
Encarna Recio Blanco
Ay! dolor... dolor.
¡Ay! dolor, dolor.
Otra vez quieres ser mi compañero.
¿Por qué viniste a verme si no te echo de menos?
¡Ay! Dolor, dolor. Prefieres mi compañía,
Porque yo de vez en cuando hasta te escribo poesías.
Si te recibo llorando. Agotaste mi energía.
Vete lejos unos años. Vete lejos muchos días.
Ya he disfrutado bastante
Dolor…De tu negra compañía.
Encarna Recio Blanco
Hace mucho tiempo pluma
Hace mucho tiempo pluma.
Que no te tenía entre mis dedos.
Hoy torpemente te busco
Para decirte un secreto.
Lo quiero…
Lo quiero, como lo quise
Aquella noche de invierno.
Aquella mañana fría
Que se prendió de mi lecho.
Se me encogió el corazón
Tiritaban mis adentros,
Nuestras bocas se juntaron
En apasionados besos.
El lecho, nido de fieras.
Los cuerpos, de calenturas.
El sudor nos inundaba
De sementera fecunda.
Hace mucho tiempo pluma
Que vomitarlo quería.
No te lo quería decir
Por si de mí...
Te reías.
Encarna Recio Blanco
Grito al Cielo que me detenga

Grito al Cielo que me detenga
Para no correr hacia tus brazos.
Grito a las fuerzas que vengan
Para que frenen mis pasos.
¡Que mis ojos no te vean…
¡Dios!
Y yo más quiero mirarlos.
Que mi cuerpo no me pida
El calor de tus letargos.
Que se haga el día la noche
Para cerrar bien mis ojos.
Para poner mil grilletes
A éste corazón tan loco.
Encarna Recio Blanco