viernes, 4 de enero de 2008

Queridos Reyes Magos





Queridos Reyes Magos:

No sé cómo empezar esta carta ya que todo lo sabéis  de antemano, desde ese País mágico y misterioso.
 Como habréis comprobado los niños os piden siempre cosas materiales y se las traéis con sumo gusto.
El pedido de los mayores es diferente, por eso, yo os quiero pedir algo que tal vez, es más difícil de conseguir que un regalo, el día seis de Enero.

Quiero la Paz que nos han robado los mandatarios de un Mundo que se desgrana entre las guerras malditas. La pasión que no he visto este año en los ojos de los que me acompañaron por el camino de los días. La alegría tan escondida que a veces se pierde por los entresijos de este Mundo loco.
Os pido, conciencia para los inconscientes, luz para los perdidos.
 Para los tristes un toque de esperanza. Para los que están solos compañía.

Para los incomprendidos comprensión, y para los cobardes un poco de valentía,  coraje y corazón.
No os pido dinero, ni victorias, ni joyas que lucir en un cuerpo de bisutería, no os pido talentos ni valores materiales.
Me sobra fuerza y me quedan ganas para comprometerme con el Mundo, pero os pido, que durante el largo trayecto que me queda por recorrer me traigáis en las alforjas del viento ilusiones...Paz y Amor.

Que lleguéis al puerto que deseáis, eso sí, esquivando  la loca carrera entre coches, polución, prisas y escándalos, entre soledades, vanidades, y gente absurda.
Entre ustedes y yo  hay milenios de incomprensión, pero no han cambiado tanto las cosas a pesar del tiempo que nos separa.

Tal vez esta carta, les resulte un tanto especial y mas niña, de las que os puedan escribir los niños pequeñitos, si  les parece demasiado, me conformo simplemente con lo que os pido.

Cada año pongo en el balcón los zapatos nuevos, como cuando era una niña.
  En la calle hace frío ,mucho frío y en este momento pienso, que  algunos corazones también esta noche tiemblan sin tener cobijo, sin amor, con el desaliento de la soledad, por eso, os pido que a ellos, les traigáis también eso que tal vez necesitan y que no os piden.

Mis zapatos esta noche sé que se llenarán de esas cosas que no pueden verse.
Gracias por vuestros regalos Reyes Magos.


Encarna Recio Blanco




martes, 1 de enero de 2008

Queridos amigos internautas





Queridos amigos internautas:

Estrenamos un nuevo año y mis primeras palabras, mis deseos de venturas, van para todos vosotros amigos.  Para todos aquellos que me visitáis en mi humilde blog.
 Si mis palabras, mis poesías os hacen feliz me alegro, si os hacen recordar un amor, una situación, un recuerdo, me doy por entero satisfecha.
 Que el año recién estrenado os traiga Paz…Amor y todo aquello que sea bueno para vosotros.

Por estas tierras Murcianas, España, desde donde os escribo, hoy luce un sol especial, una temperatura agradable, parece como si el año que empieza hoy, se hubiera puesto sus mejores galas de luz para iluminar a aquellos que están solos, tristes, y lejos de sus seres queridos.

Hagamos un llamamiento todos aunados a los  mandatarios del Mundo entero  y sobre todo, para que esas Naciones del Mundo que están en conflictos bélicos puedan  seguir con claridad el camino de la Paz.

Amigos, un año feliz para todos, y que  juntos podamos luchar un poco más cada día por hacer un Mundo mejor. Por la  concordia entre todos los seres humanos.

Solo así, seremos capaces de hacer un Mundo mejor….ese es mi deseo.

Encarna Recio Blanco








domingo, 30 de diciembre de 2007

He quemado mi almohada



He quemado mi almohada donde reposó tu cara.

He hecho sin compasión mil jirones de las sábanas.

He visto mi cuerpo sucio de tus caricias profanas

Y he limpiado bien mi boca, donde tú dejaste nada.

He destrozado mi mente recordando tus palabras

Y he visto dentro de mí, un anochecer sin causa.

Un desastre sin sonido. Un amanecer con lágrimas.

¡Mira lo que te has perdido donde tanto te esperaba!

Ya sólo tengo los dientes como una fiera enjaulada,

Que quiere morderlo todo, y al final, no muerde nada.

Pero aunque yo las contenga son tan enormes las ganas

Que si te tuviera aquí, destrozaría sin tocarte

Esa gallardía tan vana.

He tirado el cenicero humeante como tu cara.

He abandonado la casa  para no respirar siquiera,

 El olor que tú dejabas. Y golpeé mi cabeza.

Y me arañé las entrañas.

Y no tiro también mi cuerpo…

 Porque dentro, está mi alma.


Encarna Recio Blanco






Ay! dolor... dolor.





¡Ay! dolor, dolor.

Otra vez quieres ser mi compañero.

¿Por qué viniste a verme si no te echo de menos?

 ¡Ay! Dolor, dolor. Prefieres mi compañía,

Porque yo de vez en cuando hasta te escribo poesías.

Si te recibo llorando. Agotaste mi energía.

Vete lejos unos años. Vete lejos muchos días.

 Ya he  disfrutado bastante

Dolor…De tu negra compañía.


Encarna Recio Blanco





Hace mucho tiempo pluma



Hace mucho tiempo pluma.

Que no te tenía entre mis dedos.

Hoy torpemente te busco

Para decirte un secreto.

Lo quiero…

Lo quiero, como lo quise

Aquella noche de invierno.

Aquella mañana fría

Que se prendió de mi lecho.

Se me encogió el corazón

Tiritaban mis adentros,

Nuestras bocas se juntaron

En apasionados besos.

El lecho, nido de fieras.

Los cuerpos, de calenturas.

El sudor nos inundaba

De sementera fecunda.

Hace mucho tiempo pluma

Que vomitarlo quería.

No te lo quería decir

Por si de mí...

Te reías.

 

Encarna Recio Blanco




Grito al Cielo que me detenga



Grito al Cielo que me detenga

Para no correr hacia tus brazos.

Grito a las fuerzas que vengan

Para que frenen mis pasos.

 ¡Que mis ojos no te vean…

¡Dios!

Y yo más quiero mirarlos.

Que mi cuerpo no me pida

El calor de tus letargos.

Que se haga el día la noche

Para cerrar bien mis ojos.

Para poner mil grilletes

A éste corazón tan loco.


 Encarna Recio Blanco