La vida te sorprende de vez en cuando.
Sí,
la vida te sorprende de vez en cuando con sorpresas y con maravillosos regalos
inesperados.
A
veces, la vida se detiene frente a ti
para abrazarte y regalarte, lo que quizás nunca soñaste, y en ese
abrazo, te recuerda que llegaste a la vida con el único objetivo de regalar
amor, sonrisas, buenas palabras, comprensión , y que no viniste a luchar, ni a
competir, ni siempre a sufrir.
Si,
la vida hoy, me ha dado una gran sorpresa, que a decir verdad, como no estoy
acostumbrada a recibir, me sorprendió, ya que en mi vida siempre me ha tocado
dar, siempre dando a manos llenas, como
decía la Madre Teresa de Calcuta.” Difunde amor donde quiera que vayas y no
dejes que nadie se aleje de ti… sin ser un poco más feliz”
Pues
eso, hoy voy a tener la oportunidad de hacer felices a muchas personas, y estoy
segura que también yo lo seré, en un
Auditorio donde me darán un Galardón por
mi trayectoria profesional, por mis poemas, por mis días y mis noches, sin
escatimar horas ni esfuerzos frente a un
micrófono, donde el amor, la
solidaridad, y el compromiso eran mis objetivos para aquellos que necesitaban
mi voz, para ser oídos.
En
otra reflexión, tal vez os hable de los avatares de la vida, de los dolores,
las tristes pérdidas, de las heridas de esas espinas que se nos clavan por los
senderos de nuestros días.
Pero
hoy no quiero pensar, ni hablar de ellos, hoy solo quiero pensar solamente, en
los buenos regalos que a veces nos trae, de la mano de un Dios Misericordioso
que siempre está atento a nuestras cuitas.
Encarna
Recio Blanco.
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