miércoles, 17 de enero de 2024

¡Tristes guerras!


Decía, Miguel Hernández…que la guerra era como una hoguera maldita, donde los locos se abrasan. ¡Tristes guerras!

Hoy, recordando sus palabras  me uno al gran poeta, aunque no tenga la maestría que él tenía, para escribirlas.

Con mis humildes letras voy hilvanando el sentir y el horror, que ahora nos envuelve  y que tienen al mundo aterrado entre  metrallas y bombas.

Como él pretendía pretendo, que aunemos nuestras fuerzas cantando al unísono por la Paz, para que nos vuelva, denunciando las injusticias y luchando sin armas para conseguir… La Paz y la Justicia.

 Desde mis Ondas peregrinas sólo quiero  y pretendo ayudar también al ser humano que mendiga.

Regalar mis sonrisas al triste que camina, y que tenga hambre de alegría.

Aliviar con mis manos al que esté lleno de heridas. Dar amor al que nunca en su vida, sabía que existía.

 Compartir mi comida con el hambriento, sentarlo a mi mesa y protegerlo.

Abrir las conciencias cerradas de los malvados, y si puedo dulcificarlas.

 Aunque peque de atrevida… ante  el alto poder me enfrento, para cantarles las cuarenta, por sus atropellos sin temor, y sin miedo.

A los dictadores que masagrán los pueblos, a los asesinos que violan y matan, a los que sin sentimientos dejan morir en el mar  a los que no tiene Patria.

Lucho en esta batalla sin armamento, sola con mis folios, la tinta, y el tintero… intentando que los malhechores, se miren el alma por dentro.

 ¡Poetas del Mundo entero ayudadme en la batalla!

  ¡Escribir! ¡Escribir! Para que la  Paz nos acompañe en  esta tierra que agoniza, para que podamos detener tantos atropellos, donde muchos seres humanos están muriendo, por su patria, por su tierra. Tierra que les vio nacer y que ahora… los sepulta. Tierra donde sus familias con sus casas derruidas van a la deriva llorando… entre miserias y bombas sin ningún mísero bocado que llevarse a la boca.

 ¡Dictadores del mundo… parad!  ¡Parad! que si no…el Cielo se cuidará en daros el castigo que merecéis, por sembrar en este mundo tantas injusticias.

Y como decía “Gloria Fuertes” mi partido es  el de la Paz…no pido votos, pido botas para los descalzos.

 Y termino diciendo lo que decía Ángela Figuera Aymerich… Donde veas que el látigo o la espada se levantan. Que la prisión redobla sus cerrojos  y que los fusiles amenazan muerte, acércate, y a pecho descubierto…lanza un tremendo ¡NO! a la guerra…que salve al mundo.

 

Encarna Recio Blanco.


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