Necesitaba
encontrarme
Y encontrarte…
Me
perdí por la niebla
Que
mimosa me acunaba
Cual una
niña pequeña.
Pude
ver como lloraba una estrella
Y
adosándome a su luz
Quise
que me diera fuerzas.
Le conté mis desventuras
Mi naufragar
sin enseña
Sólo
con las briznas de tu aliento
Trasnochado
desde la otra frontera.
No quería bajar de nuevo
A pisar
esta tierra
Donde
el oropel no es miscible
Con lo
que mi corazón encierra.
Ella me animaba, ya no lloraba
Me
atusaba el alma
Con un
peine de nácar
Lleno
de esmeraldas.
Y en la conjunción de su materia
Pude
ver, que no soy una prófuga
Harapienta, que soy un corazón
Enamorado…de
una quimera.
Encarna
Recio Blanco.
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