Cual alma en pena trajino
Entre sabanas nevadas
Buscando tu cuerpo
Y el calor que emanabas.
Delirando contigo,
Con la otra, y con aquel,
Para que mis versos puedan,
Apaciguar mi hambre, y mi sed.
Al clarear la mañana
Vuelvo al tajo una, y otra vez.
Entonces mis musas,
Ya no me quieren ni ver.
Tardes, madrugadas, noches,
Con mi fusil otra vez…
Sin poder parar la guerra
Que contigo, me encontré.
Encarna Recio Blanco
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