jueves, 7 de abril de 2022

Quiero compartir...

 

Quiero compartir contigo el soplo del viento

El nácar de la nieve y el sabor de los besos.

 El hechizo de las ninfas el color del cielo.

Los ojos de una hembra pariendo.

 Las rosas sin espinas y el milagroso ungüento

Que cure tu amor si lo tienes enfermo.


Encarna Recio Blanco.


 


martes, 5 de abril de 2022

Como me duele amarte...

 

 ¡Como me duele amarte en el silencio!

Sin abonar tus noches con mis versos

Sintiéndote prisionero en una cárcel

Sin agua, sin aire, y sin fuego.

 Como me duele  el pecho y la cintura

Que se cimbrean con tu solo recuerdo.

Y se me escapan los besos de mi boca

Cuando les digo que voy a tu encuentro.

Caricias en mi piel bordaron tus palabras.

Amalgamas de besos  sin fronteras

Sembrados en un bancal que florecía

Regados con mi pena y la quimera.

 Como me duele en el alma tu derrota

En  mi campo con la lira a cuesta.

Desnuda  me adentro sin fuerzas

Por las calles de un Cielo cuajado de estrellas.

 En el limpio cáliz  se juntarán nuestros labios

Cuando el buen Dios nos abra sus  puertas

Y quedaremos prendidos para siempre

De la eternidad  que ansiosa  nos espera.

 “Atardeceres de Fuego”

 

Encarna Recio Blanco.




lunes, 4 de abril de 2022

Esperas…espero.

Esperas…espero.

 Días que se van consumiendo

Entre la esperanza y el milagro

Del renacimiento.

El baile de los arboles

También se ha desmayado

Sólo oigo el aullido de los lobos

Que me están espiando.

Camina la noche sin prisa,

Hacia tu morada amurallada

Con el silencio impenitente

De un ave sin alas.

Jirones de piel en mis dedos

Que están sangrando…

No quieren  dejar de escribir

En este rosal talado.

Al  soñar siento

Que estoy a tu lado

Que me miras y me besas

Entre el viento que viene  asustado.

Huérfana de tu calo.

Harapienta  mendigando

Retales de palabras sin tu eco

Y con besos prestados.

  

Encarna Recio Blanco.


 

sábado, 2 de abril de 2022

En el alambique del paisaje...


En el alambique del paisaje

Dibujé nuestras horas

Los momentos más dulces

Cuando callaban las horas.

El perfume de la noche

La luz sobre el olvido

El llanto de la niebla

Y el cantar de un pajarillo.

Los mensajes de una diosa

El arpa de un buen amigo

Galopando esta noche  me pierdo

Cual caballo desbocado…

¡Por tu infinito!

 

Encarna Recio Blanco.



viernes, 1 de abril de 2022

Me paso las horas...

 


Me paso las horas
Mirando  una estrella
Siendo el Cielo inmenso
Siempre voy a ella.

Le cuento las cosas
Que aquí se suceden
Y unas veces llora
Porque no comprende.

Que niños tan niños
No tengan comida
Que siempre haya frentes
En guerras malditas.

Que los campos verdes
Se tornen sarmientos
Que todos los ríos
Estén casi secos.

Que el mar se enfurezca
Sin un previo aviso
Que el aire se lleve
Todo lo dormido.

Que la justicia haya roto
La balanza que medía
Para que den el castigo
A los que quitan la vida.

Ella callada me escucha
Y a veces, su luz esconde
Para dejar en penumbra

Este mundo  y sus horrores.

 De mi libro- "Atardeces de Fuego” 

  

Encarna Recio Blanco.



miércoles, 30 de marzo de 2022

Cómo deciros algo...Reflexiones.

 


¿Cómo deciros algo, que ni siquiera yo entiendo?

Ni puedo expresar con estas letras taladas por mi desolación, algo que es incomprensible, en el mundo que me rodea.

Cómo deciros lo que me supera, lo que no entiendo, lo que me revela y arreglar no puedo, en este entorno fiero y hostil, acosado por guerras, hambres, injusticias, metrallas a ras de los inocentes, que mueren cada día,  sin saber el porqué de sus infiernos.

 Un mundo de seres errantes,  que buscan donde anidar su supervivencia, y se encuentran imbuidos en mares sombríos, en noches interminables, sin pan y sin cobijo,  buscando de un lado para otro la tierra prometida.

 ¿Cómo podría paliar tantas injusticias que veo y que siento en mi derredor? si estoy con las manos atada. Me rebelo, me rebelo, queriendo aminorar el desconcierto, pero veo, que  con tanta carga no puedo.

 Mi sencilla pluma me anima a que siga gritando,   pero  nadie me oye, aunque mis letras sean sencillas y poco eruditas, me animan a seguir, por eso no descanso y  sigo,  por si alguien escucha alguna vez, mi llamada al orden.

 Hablo y escribo, en nombre de los que no tienen Patria, por los que están en la guerra, por los que no tienen amigos ni trabajo, por las mujeres maltratadas, por los solos, por la escasa justicia para los pobres y la justicia benévola  para los ricos, por los  ladrones que gobiernan y que tal vez, no tengan la carga de sentimientos necesarios,  para paliar en lo posible tantas ingratitudes.

 ¡No me oís gritar! ¿Es que  todos estáis sordos? ¿O es que no os importa la dura existencia del débil?, ¿que arrastra su piel por las aceras? ¿No me oís gritar? ¡Mandatarios! de esta tierra parad tantas injusticias, y hacer lo necesario, para que todos los seres humanos, puedan vivir en Paz.

 Este mundo, va dejando cada día mi alma más vacía y sin luz, a mi corazón con más heridas. Sola con mi pluma seguiremos, en la contienda de abrir las conciencias, para que el mundo sea más justo, un mundo donde podamos vivir con esa Paz que proclamo, y que  todo ser humano, tenemos derecho. 


 Encarna  Recio Blanco.