domingo, 8 de noviembre de 2009

Mis lágrimas...



 Mis lágrimas

Han vuelto a limpiar

El maquillaje

Profano de mi cara

 Y corriendo…

Me maquillo nuevamente

Para seguir esta farsa.

  

Encarna Recio Blanco.





viernes, 30 de octubre de 2009

En la noche de los Santos.



En la noche de los Santos

Están las calles desiertas

El olor a crisantemos

Por los aires se recrean.

Está la noche llorando

Las velas relampaguean

Y una música lejana

En el cielo parpadea.

Un susurro de guitarra

Acecha triste y sereno

Y en el mensaje nos dicen

Que nos están protegiendo.

 La luna desde lo alto

Esta noche está callada

Dos estrellas a su lado

La acompañan en su danza.

En el monte se oyen pasos

Alguien camina sin tregua,

Llevan flores en el brazo

Y en las manos unas velas.

Es la luz de los recuerdos

Que siempre se llevan…

Como las olas del mar

Que devuelven hacia la arena.

Hoy es el día de los Santos

Y os quiero felicitar

Viviendo de los recuerdos

Se puede resucitar.

Esta noche de los Santos

A todos os  quiero decir

Que aunque no estén en la tierra

Sus almas siguen aquí.

 

Encarna Recio Blanco.




 


martes, 13 de octubre de 2009

Mercadillo.



Mercadillo

Voy a poner en el atrio de la iglesia

Un mercadillo.

Para vender lo que me sobra

Guardado en mil cajones malditos.

Collares de mil colores

Hechos con aguja e hilo

En las noches que los sueños

Se fueron a su escondrijo.

Un alfiler de quincalla

Dos pulseras y un anillo

Con el que me iba a casar

Sin novio en un gran castillo.

Una careta mohosa

Un libro de un cuento chino

Dos suspiros encerrados

En el filo de un cuchillo.

 Una peineta de flores

Regalo de una gitana

Cuando me leía la mano

Y el sino que me esperaba.

 Ropa con mil lentejuelas

Comprada en los mercadillos

Que me ponía en las noches

De desenfrenos y con vino.

Unos tacones torcidos

Bolsos con poesías dentro

Que ya estaban caducadas

Por lo que estaban diciendo.

 Unas pestañas postizas

Un maquillaje amarillo

La cadena de mi cuello

Que apretaba cual cuchillo.

Un rosario que le falta

Un Padre Nuestro Bendito

El misal que no llevé

Porque estaba descosido.

Un billete que saqué

Para aquel tren que maldito

Siempre siempre lo esperé

Pero que pasar no quiso.

La escoba de aquella bruja

Que una noche me raptó

Y una perla que encontré  

En un oscuro pantalón.

 Me dejaré los te quieros

Y los besos que dormidos

Reposan en el baúl

De mis recuerdos queridos.

 

Encarna Recio Blanco.





jueves, 24 de septiembre de 2009

Aquel niño no era extraño.



Para esos niños grandes que no son como los otros

Que sus mentes les jugó una mala pasada

Dejándolos siempre con la duda de su realidad

Para todos los enfermos de esquizofrenia.

 

¡Aquel niño no era extraño!

 Era un ángel sin alas, un corazón blanco.

Un amor entre la espina de un capullo trasnochado.

 Una mente mal herida entre la risa y el llanto

Entre la noche y el día que enturbia lo que está claro.

 ¡Aquel niño no era extraño!

Era un ángel mancillado que se debatía con el Cielo

Aunque estuviera nublado.

 La claridad de su luz a todos nos cegaba

Con el amor de su vida a todos nos contagiaba.

 Era el amor del amor…la pureza siempre viva

La alegría de sentir que Dios le daba vida.

 Corre como una gacela entre montañas haladas

Entre riscos que sonríen cuando por su senda pasa.

 ¡Aquel niño no era extraño!

 Era la vida en su vida lejos de taras pesadas

Porque en su mente tenía solamente la esperanza.

 A Dios yo pido esta noche que le pongan nuevas alas

Para que su vuelo, vuele por encima de su alma.

 Para que en su caminar no encuentre barreas falsas

El mundo a veces cruel clava espinas en las almas.

 Alex….tu ya tienes las tuyas porque me lo ha dicho un hada

Que pasó por el rincón del amor y la esperanza.

 

 Encarna Recio Blanco.


   


martes, 22 de septiembre de 2009

Nuevamente en el barbecho.




Nuevamente en el barbecho

En mi rincón de poesías,

Donde abro el corazón

Y cierro mi celosía.

 Donde la Paz me acompaña.

Donde mi pluma más se afila,

Para gritar a los sordos

Que paren las injusticias.

Que el joven quiere trabajo

Y la hipoteca le asfixia.

Que sus padres ya no pueden

Darle un plato de comida.

 Que los  mayores no logran

Vivir con una pensión tan mísera.

Es la limosna de un gobierno

Después de trabajar, toda su vida.

 Que en las cárceles se come

Muy bien por cierto.

Y esos padres que a sus hijas

 Las violaron, sin consuelo.

 ¡Otra vez en el barbecho!

 ¡Esta tierra está llena de alimañas!

¿Dónde podría encontrar un buen insecticida?

¡Para eliminarlas!

 

Encarna Recio Blanco.




miércoles, 17 de junio de 2009

Fui tras esa lejanía


Fui tras esa lejanía

Que me separó de ti.

Cabalgué junto a las nubes

En horizontes sin fin.

 Me encontré con nubes negras

No me dio miedo seguir.

Después los Cielos más claros

Me acercaban hasta ti.

 Te divisaba a lo lejos

Pero ibas acompañado,

y mi corazón tembló

Como nunca había temblado.

Tú la querías apartar

Para evitar los estragos

De mi dolor y mi rabia,

De tus juramentos falsos.

Pasaste junto a mi vera

Haciéndote el despistado.

Ella entonces te besaba

 Un beso  frío y amargo.

Enterré en la arena negra

Mi corazón que sangraba.

Y a mi alma la estrellé

Entre rocas que callaban.

No quise mirar al Cielo

Porque ya no creo en él.

Ni a la luna que decía…

Ya te avisé.


Encarna Recio Blanco.