jueves, 24 de septiembre de 2009

Aquel niño no era extraño.



Para esos niños grandes que no son como los otros

Que sus mentes les jugó una mala pasada

Dejándolos siempre con la duda de su realidad

Para todos los enfermos de esquizofrenia.

 

¡Aquel niño no era extraño!

 Era un ángel sin alas, un corazón blanco.

Un amor entre la espina de un capullo trasnochado.

 Una mente mal herida entre la risa y el llanto

Entre la noche y el día que enturbia lo que está claro.

 ¡Aquel niño no era extraño!

Era un ángel mancillado que se debatía con el Cielo

Aunque estuviera nublado.

 La claridad de su luz a todos nos cegaba

Con el amor de su vida a todos nos contagiaba.

 Era el amor del amor…la pureza siempre viva

La alegría de sentir que Dios le daba vida.

 Corre como una gacela entre montañas haladas

Entre riscos que sonríen cuando por su senda pasa.

 ¡Aquel niño no era extraño!

 Era la vida en su vida lejos de taras pesadas

Porque en su mente tenía solamente la esperanza.

 A Dios yo pido esta noche que le pongan nuevas alas

Para que su vuelo, vuele por encima de su alma.

 Para que en su caminar no encuentre barreas falsas

El mundo a veces cruel clava espinas en las almas.

 Alex….tu ya tienes las tuyas porque me lo ha dicho un hada

Que pasó por el rincón del amor y la esperanza.

 

 Encarna Recio Blanco.


   


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