Para
esos niños grandes que no son como los otros
Que sus mentes les jugó una mala pasada
Dejándolos siempre con la duda de su realidad
Para
todos los enfermos de esquizofrenia.
¡Aquel niño no era extraño!
Era un ángel sin alas, un corazón blanco.
Un amor entre la espina de un capullo
trasnochado.
Una mente mal herida entre la risa y el llanto
Entre la noche y el día que enturbia
lo que está claro.
¡Aquel niño no era extraño!
Era un ángel mancillado que se debatía
con el Cielo
Aunque estuviera nublado.
La claridad de su luz a todos nos cegaba
Con el amor de su vida a todos nos
contagiaba.
Era el amor del amor…la pureza siempre viva
La alegría de sentir que Dios le daba vida.
Corre como una gacela entre montañas haladas
Entre riscos que sonríen cuando por su
senda pasa.
¡Aquel niño no era extraño!
Era la vida en su vida lejos de taras pesadas
Porque en su mente tenía solamente la
esperanza.
A Dios yo pido esta noche que le pongan nuevas alas
Para que su vuelo, vuele por encima de
su alma.
Para que en su caminar no encuentre barreas falsas
El mundo a veces cruel clava espinas
en las almas.
Alex….tu ya tienes las tuyas porque me lo ha dicho un hada
Que pasó por el rincón del amor y la
esperanza.
Encarna Recio Blanco.