domingo, 30 de diciembre de 2007

He quemado mi almohada



He quemado mi almohada donde reposó tu cara.

He hecho sin compasión mil jirones de las sábanas.

He visto mi cuerpo sucio de tus caricias profanas

Y he limpiado bien mi boca, donde tú dejaste nada.

He destrozado mi mente recordando tus palabras

Y he visto dentro de mí, un anochecer sin causa.

Un desastre sin sonido. Un amanecer con lágrimas.

¡Mira lo que te has perdido donde tanto te esperaba!

Ya sólo tengo los dientes como una fiera enjaulada,

Que quiere morderlo todo, y al final, no muerde nada.

Pero aunque yo las contenga son tan enormes las ganas

Que si te tuviera aquí, destrozaría sin tocarte

Esa gallardía tan vana.

He tirado el cenicero humeante como tu cara.

He abandonado la casa  para no respirar siquiera,

 El olor que tú dejabas. Y golpeé mi cabeza.

Y me arañé las entrañas.

Y no tiro también mi cuerpo…

 Porque dentro, está mi alma.


Encarna Recio Blanco






Ay! dolor... dolor.





¡Ay! dolor, dolor.

Otra vez quieres ser mi compañero.

¿Por qué viniste a verme si no te echo de menos?

 ¡Ay! Dolor, dolor. Prefieres mi compañía,

Porque yo de vez en cuando hasta te escribo poesías.

Si te recibo llorando. Agotaste mi energía.

Vete lejos unos años. Vete lejos muchos días.

 Ya he  disfrutado bastante

Dolor…De tu negra compañía.


Encarna Recio Blanco





Hace mucho tiempo pluma



Hace mucho tiempo pluma.

Que no te tenía entre mis dedos.

Hoy torpemente te busco

Para decirte un secreto.

Lo quiero…

Lo quiero, como lo quise

Aquella noche de invierno.

Aquella mañana fría

Que se prendió de mi lecho.

Se me encogió el corazón

Tiritaban mis adentros,

Nuestras bocas se juntaron

En apasionados besos.

El lecho, nido de fieras.

Los cuerpos, de calenturas.

El sudor nos inundaba

De sementera fecunda.

Hace mucho tiempo pluma

Que vomitarlo quería.

No te lo quería decir

Por si de mí...

Te reías.

 

Encarna Recio Blanco




Grito al Cielo que me detenga



Grito al Cielo que me detenga

Para no correr hacia tus brazos.

Grito a las fuerzas que vengan

Para que frenen mis pasos.

 ¡Que mis ojos no te vean…

¡Dios!

Y yo más quiero mirarlos.

Que mi cuerpo no me pida

El calor de tus letargos.

Que se haga el día la noche

Para cerrar bien mis ojos.

Para poner mil grilletes

A éste corazón tan loco.


 Encarna Recio Blanco


Qué ganas de reír tengo




Qué ganas de reír tengo.

¡Qué ganas de reír, ya lo creo!

Me han tocado

Dos millones de esperas

A un tren que nunca pasó por mi vía.

Muchas nanas sin cantar

Aunque el amor  hacía.

Doctorada en la sapiencia

De luchar todos los días,

Sin armas.

Con la esperanza prendida

De un rosal que se secó.

Con el corazón por bandera

 Que en mil mares naufragó.

 Ganas de reír que tengo...

¡Ganas de reír…ja.ja.ja!

¡Ya lo creo!

 

Encarna Recio Blanco


Esta tarde estoy serena



Esta tarde estoy serena.

Ya ni me llegan recuerdos.

Sólo mis dedos que bailan

Con esta pluma escribiendo.

Esta tarde no estoy triste.

Ni alegre.

Ni me bulle el cuerpo.

Ni te espero.

 No sé qué pasa esta tarde

Que estoy sintiendo…

Que has muerto.


 Encarna Recio Blanco