Cada día me digo, que tengo
que ser mejor persona, pero salgo a la calle y vuelvo rota.
He de aprender a susurrar lo mismo que a
gritar, de saber que el bien, está unido al mal, y tener la suficiente
paciencia para soportarlo.
He de imaginar los
sueños a sabiendas que algunos, se pierden por mi mente, por el Mundo, por los
recovecos del destino que de vez en cuando, hace de las suyas.
He de aprender a dar las
gracias por cada minuto que el Dios de mi biblia me enseñó, y que me permite
estar un día más, en esta tierra.
Reconozco que hay conflictos bélicos,
desazones, enfermedades y miles de contiendas, pero también están las flores en
primavera, el mar, el Cielo azul y sobre todo el amor…el amor, que es la única
bandera que puede ganar todas las batallas.
Ya no quiero volver a
bajar las velas, pensando en aquello que haré, imaginando los sueños que cumpliré, o rozando
la idea loca de los bohemios.
Ya no quiero dejar de ser yo, para agradar a
los demás, enseñando aquellos, que se
niegan a comprender.
En esta noche,
únicamente quiero vivir, vivir y soñar, por
mucho, o por poco tiempo, que ya es bastante.
Encarna Recio Blanco.
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