Bravo
león me pareciste
Cuando
entraste en mi alcoba
Con el
alba.
Manso ya
te tengo sobre mi tibia
Almohada.
De
hambriento enardecido
Mi piel
se agita y arde
Entre las
brasas.
Por la
tardanza
En
darme de beber
La
pócima sagrada.
Peregrina
de las Ondas solitarias
Asaltando al remolino
De tu
celestial labranza.
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