domingo, 4 de abril de 2021

Cuándo pasará Dios mío.

¡Cuándo pasará Dios mío esta pandemia de la faz de la tierra!

¡Cuándo saldremos de este horror y del dolor que nos aqueja!

 ¡Cuándo podremos abrazar a nuestros padres y hermanos

A nuestros hijos y nietos, y a todos, los que en el corazón tenemos!

 ¡Cuándo se calmará nuestro dolor por aquellos que se fueron!

Por los que aquí quedaron sin darles un último beso.

 ¡Cuándo Dios mío las ambulancias silenciaran sus sirenas!

 ¡Hasta cuándo los médicos y las enfermeras podrán descansar!

 ¡Cuándo podremos quitarnos las mascarillas de nuestras bocas!

 ¡Cuándo dejaremos el confinamiento en estos días sin horas!

 ¡Cuándo se esfumará el luto de nuestras almas!

 El dolor de nuestros corazones y el miedo, al ver que la muerte

 Con su negra guadaña está al acecho.

Fue un mal sueño pensaremos sin volver la vista atrás.

Sueño del que quisimos huir sin podernos levantar.

 Cuando pase esta pandemia y volvamos abrazarnos sentiremos

 Que la alegría vuelve presta a nuestro lado.

 Cuándo podamos correr libremente por el campo respirando el aire

 Puro que se nos había negado.

 Cuando volvamos a disfrutar de nuestros padres y hermanos

 y de aquellos que queremos y que tanto añoramos.

Con el corazón de luto lloraremos por aquellos que se fueron

Solos y desprotegidos, sin tener a su lado a sus seres más queridos.

 Tal vez, Dios quiso que parásemos en la veloz carrera de los necios.

 Por querer alcanzar lo que no tiene valor y perdiendo en cambio

Lo que tanto vale.

¡La Vida, nuestra Vida! 


Encarna Recio Blanco.

 

 

 

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