Y no lleves nada ni zurrón, ni maleta.
Proponme un viaje a ninguna parte
Donde estemos solos para yo abrazarte.
Proponme un sendero firme que yo ande
Sin tantas espinas, sin tantos ramajes.
Proponme una vida sin sueños certeros,
Para ir construyendo, otros verdaderos.
Proponme una noche sin pausas ni prisas
En el universo de nuestras desdichas.
No propongas tiempo ni malos caminos,
Ni destinos pobres que no estén contigo.
No puedes pedirme que proponga huidas
Porque ya no puedo buscar las salidas.
No propongas nada que Dios se encargó
De poner paradas en el derredor.
Y en nuestro futuro de un país incierto,
Veremos dormidas las musas del viento.
Y caminaremos sin rumbos certeros
Pero nuestras almas sabrán el sendero.
Y si desfalleces en algún momento
Cambiaré mi vida por los dos a un tiempo.
Y en el sentimiento de una voz lejana
Quedará la pena por siempre encerrada.
Y cuando miremos el atrás perdido
Serán solo recuerdos de un pasado impío
¡Amor…! ¡Amor!
Proponme un destino a un desierto alado.
Tú pones el alma y yo, nuestro amor callado.
Encarna Recio Blanco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario