domingo, 15 de noviembre de 2009

La niebla esconde mis pasos.




La niebla esconde mis pasos

Que torpes se tambalean

Por un camino prohibido

Que tomé sin darme cuenta.

En mi mochila llevaba

Unas pocas pertenecías,

Unos libros, mil cuartillas

Para escribir junto a la hierba.

Mi bastón eran mis sueños

Altos como las palmeras

Cimentados con amor

Del corazón a mis venas.

Un cofre de amor repleto,

Los sembré en una ladera

Para ver si florecía

En otoño o en primavera.

 En mis pies  las mil heridas

Que me sangraban con fuerzas,

Intenté parar en seco,

Pero el freno no me iba.

Más la niebla se adentraba,

Más oscuridad volvía,

Y la venda de mis ojos

Nadie quitarme podía.

Al final de aquel camino

Al que llegué dolorida…

Comprendí, quizás muy tarde

Su tremenda cobardía.

Bajo una higuera frondosa

Traté de dormir un rato

Y aquel perro callejero

Lloró conmigo asustado.


 Encarna Recio Blanco.

 




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