viernes, 28 de octubre de 2016

Hoy camino de un lado para otro...


Hoy camino de un lado para otro

Sin bastón donde apoyarme

Sin unos labios que prendan mi fuego

Y sin el perfume vertical de las estrella.

 Hoy me adentro en un mar misterioso

Lleno de olas errantes

Que me arrastran violentas

Hasta un arrecife de corales.

 Jadeante me quedo varada

Pidiendo al buen Dios que me salve

Y el rayo del Cielo iluminó

Una Cruz para apoyarme.


Encarna Recio Blanco.



Dentro de tu cuerpo estoy perdida...


Dentro de tu cuerpo

Estoy perdida

Cual  pez que dentro del mar

Se despereza.

Y en el túnel  busco la salida

Con la luz que desprende

Una luciérnaga.

 

Te arranco los suspiros.

Te acompaño en los quejidos

Cual hembra

Que quiere parir

Y no la dejan.

 

Laberintos de placer riegan

Mi cabellera

Los bebes cual sediento

A dentelladas placenteras.

 

Despidiendo a la noche.

Que se empapa.

Tu cuerpo en mi cuerpo

Por el túnel se escapan.

 

Encarna Recio Blanco.




sábado, 21 de mayo de 2016

Ya que no puedo ser libre...



Ya que no puedo ser libre

Agrandaré mis prisiones

Cambiaré los tristes muros

Por alegres horizontes.

No pisaré ningún suelo

Sino abismos de la noche

Techos que a mí me cobijen

Cielos serán los mejores

Ya que no puedo ser libre…

Agrandaré mis prisiones.

 

Encarna Recio Blanco.





sábado, 14 de mayo de 2016

Cuando cierro mis ojos...

 

Cuando cierro mis ojos

Me pierdo entre tu cuerpo

Y me dejo llevar

Por el mar de los deseos.

Placeres de locura me despiertan

Abrigada en lo profundo de tu pecho

Y la magia se entremezcla en la palabra

Que calla tu boca y estoy sintiendo.

La noche me desnuda

Las olas me susurran

La aurora quedito me dice

Que despierte de mi locura.

Entre tu rizado vello aquella noche

Con hambre atrasada

La antorcha del deseo despertaste

Y te cubrí de besos el alma.

 

Encarna Recio Blanco.




domingo, 1 de mayo de 2016

Madre… Cuantas veces mi pluma sencilla...

 

Madre…

Cuantas veces mi pluma sencilla se calla con miedo.

 Se queda sin tinta y el papel se rompe.

Nunca pude madre estando consciente,

Hacerte un poema como te mereces.

Fui la oveja negra en redil caliente…

Fui la incomprendida, la que quizás no merece

Llevar tu apellido Blanco cual la nieve.

Fue tu primer beso, promesa, fue tu constancia mi guía.

Fueron aquellos cachetes luz para mis negros días.

Fuiste poniendo pontones a mis desvaríos de niña

Para que fuera muy limpia, no sólo para ir a la escuela

Sino para ir por la vida.

Un buen día de tu nido voló tu paloma herida,

Y se fue sola remontando sendas, valles y colinas.

Lejos de ti comprendió porqué tantas regañas.

El “¡ten cuidado! ¡No corras! y ¡heme aquí con mil heridas!

 Ahora me paro y medito, ahora que ya no soy niña.

Y me duele el corazón y me duele el alma mía

Por no saber si llegué, a lo que soñaste un día.

Recordé tanto mi escuela, a mi maestra…

Y aquella farmacia fría donde yo, aun tan pequeña,

Ya escribía mis poesías.

Poesías que siempre hablaban de lo que desconocía.

De lo que me imaginaba, de lo que después vendría.

¡Al amor, pobre de mí!

 A la vida y era tan niña, y a esas cosa que hoy conozco

 Antes, que distinta las creía.

Hoy con los años se tornan en realidades tan frías,

Que te hielan las entrañas, que te ateridan tus días.

 Por eso añoro las cosas madre, de cuando era una niña.

Sé que el mundo me enseñó cosas que tus no sabías.

Y que si las conocías… siempre tú las silenciaste

Para no tarar mis días.

Pero como es imposible Ir de buenas por la vida,

Porque los golpes te hacen abrir los ojos aprisa.

Se endurecieron mis huesos. Trabajé como tú hacías.

Y esquivé las zarzas negras que a mi paso florecían.

…Y aquí me tienes, ya hecha, casi una mujer prendida,

De este mundo más bien malo, con mi alma más bien limpia.

Otra vez madre lo intento, pero ya ves, no es poesía…

Fueron suspiros al viento que recoge esta cuartilla.

Otra vez madre será… Cuando mis musas dormidas

 Despierten. Prometo hacerte, Madre…

La mejor de mis poesías.


Encarna Recio Blanco.


sábado, 30 de abril de 2016

Soy el sueño con el que sueñas...


Soy el sueño con el que sueñas cada noche

La golondrina que aletea en el  alfeizar de tu ventana

El  exquisito bocado de tu hambre sin catarla

Y la melodía de tus cansinas  madrugadas.

Soy el pecado y la penitencia de tu alma

El arriero con su noble carga a las espaldas

La espina y el canto de una alondra enamorada

La locura y la pasión que se desatan

Cuando abres los ojos y la ves a ella en tu cama.

 

Encarna Recio Blanco.