viernes, 4 de junio de 2010
En la estación.
jueves, 3 de junio de 2010
He llenado las alforjas del viento.
He
llenado las alforjas del viento
Con mis
angustias
Ya no
las puedo tener
Pesan
mucho en mi mochila.
En las nubes he sembrado
Mis
añejas esperanzas
Para
que cuando el Cielo llore
Vuelva
otra vez a regarlas.
En el sol esas pasiones
Que me
tenían asfixiada
Que se
calmen o se quemen
Porque
estoy harta de darlas.
En la luna una bandera
Recia y
Blanca…
Para
ser más rigurosa en adelante
Y menos
cándida.
Encarna
Recio Blanco.
domingo, 16 de mayo de 2010
Por qué llevará bastón?
¿Por qué llevará
bastón si no cojea?
¿Por qué se pondrá
peluca si ya no tiene cabeza?
¿Por qué se pinta la cara teniendo el alma tan negra?
¿Por qué está
gimiendo y llora cuando dice que es feliz?
¿Por qué se pone un collar si al cuello una soga lleva?
¿Por qué pasea ella
sola cuando dos hombres la esperan?
¿Por qué se planta en la esquina a deshoras, y por el servicio cobra?
¿Por qué está
enfadado el cura bendiciendo a todas horas?
¿Y por qué al señor alcalde dicen que le sobra?
¿Por qué los barrenderos dicen que huele mal y no
cobran?
¿Por qué se ha vuelto a juntar con el que le daba leña?
¿Por qué no meten en
la cárcel a los sinvergüenzas?
¡Para, Para… cabeza de tanto preguntar!
¿No ves que nadie nos
va a contestar?
Encarna
Recio Blanco.
sábado, 15 de mayo de 2010
Prometo...
Prometo ser mejor desde mañana.
Me quitaré el antifaz tiraré la
escopeta.
Soltaré la ira, amarraré la
paciencia.
Me coseré la prudencia.
Me engancharé a la enmienda.
Vomitaré la mala leche y beberé
de la buena.
Quitaré los candados de mis entendederas
Para saber discernir las
sementeras.
Prometo ser mejor desde mañana…
Lo peor es… que todavía es hoy.
Encarna Recio Blanco.
martes, 11 de mayo de 2010
Hoy estoy...
Hoy estoy
Como un barco sin rumbo.
Un lápiz sin tinta.
Una mente sin musas.
Unas manos vacías.
Y un corazón que grita.
Hoy si yo fuera poeta...
No sabría explicar
Por medio de mi pluma,
Lo que me pasa
Y me pesa.
Encarna Recio Blanco.
domingo, 2 de mayo de 2010
Para mi Madre y todas las Madres del Mundo.
Madre…
Cuantas veces mi pluma sencilla se calla con miedo
Se queda sin tinta y el papel se
rompe.
Nunca pude madre estando consciente
Hacerte un poema como te mereces.
Fui la oveja negra en redil caliente.
Fui la incomprendida, la que quizás
no merece
Llevar tu apellido Blanco cual la
nieve.
Fue tu primer beso promesa, fue tu constancia mi guía,
Fueron aquellos cachetes, luz para
mis negros días.
Fuiste poniendo pontones a mis desvaríos de niña
Para que fuera muy limpia, no sólo
para ir a la escuela,
Si no para ir por la vida.
Un buen día de tu nido, voló tu paloma herida,
Y se fue sola remontando
sendas, valles y colinas.
Lejos de ti comprendió, porque tantas regañas el
¡ Ten cuidado y no corras, y heme
aquí, con mil heridas!
Ahora me paro y medito, ahora que ya no soy niña
Y me duele el corazón y me duele el
alma mía
Por no saber si llegué, a lo que
soñaste un día.
Recordé tanto a mi escuela, a mi maestra,
Y aquella farmacia fría donde yo,
aun tan pequeña,
Ya escribía mis poesías.
Poesías que siempre hablaban de lo que desconocía,
De lo que me imaginaba, de lo que
después vendría.
¡Al amor! ¡Pobre de mí! A la vida y era tan niña,
Y a esas cosa que hoy conozco, antes
que distinta las creía.
Hoy con los años se tornan en realidades tan frías,
Que te hielan las entrañas y te
aterida tus días.
Por eso añoro las cosas madre, de cuando era una niña.
Sé que el mundo me enseñó cosas que tus no sabías
Y que si las conocías, siempre tú
las silenciaste
Para no tarar mis días.
Pero como es imposible ir de buenas por la vida,
Porque los golpes te hacen abrir los
ojos aprisa.
Se endurecieron mis huesos, trabajé como tú hacías
Y esquivé las zarzas negras que a mi
paso florecían.
Y aquí me tienes, ya hecha casi una mujer, prendida
De este Mundo, más bien malo, con mi
alma más bien limpia.
Otra vez madre lo intento, pero ya ves, no es poesía,
Fueron suspiros al aire que recoge
esta cuartilla.
Otra vez madre será, cuando mis musas dormidas
Despierten…prometo hacerte la mejor de mis poesías.
Encarna Recio Blanco.