miércoles, 9 de abril de 2008

Esta noche me desnudo




Esta noche me desnudo, de la cabeza a los pies

Quiero que mires despacio las heridas en mi piel.

De su color y textura yo las conozco muy bien

Pero quiero que compruebes las llagas que me causé.

 

Algunas son de muy niña cuando empecé a caminar

Las marcas no se han borrado aunque no me duelan ya.

Están grandes transparentes de adolescente infantil

Cuando quise volar alto y muy bajo me caí.

 

Las que ves en estos pechos fue cuando te conocí

La primera que marcaste aquella noche de abril.

Bajo la frente aquel día que no quisiste venir...

Las de mis manos al soltarte, aunque atada estaba a ti.

 

De mi alma no te hablo y menos de mi corazón

Sin piedad tú las sellaste cuando me dijiste adiós.

Esta noche me desnudo de la cabeza a los pies.

Quiero que me vea Dios y me bendiga después.

 

Encarna Recio Blanco.





martes, 8 de abril de 2008

Enumero las veces...


Enumero las veces que has dicho “te quiero”

Me sobran listas en blanco y en estas manos dedos.

 Relato los momentos de mis horas aladas

Pero a mi conciencia le sobran palabras.

Cuento con la mente mis noches en vela

Y faltan tablones  donde exponerlas.

Busco entre baúles huellas de tus besos

Y por más que los busco nunca los encuentro.

 Tengo reservados mil bancos vacíos

Que vieron callados nuestros desatinos.

Y tanto he pensado y tanto he sentido

Que mejor no cuento lo que he padecido.

Por eso te dejo y me voy sin nada

Pues tengo  el propósito de empezar…

Mañana.


Encarna Recio Blanco.






Palabras que van al viento...


Palabras que van al viento
Y del viento algún lugar
Manecillas que se paran
En relojes que no van.

Maldigo cada momento
Maldigo mi soledad
Todas las noches en velas
Que paso cuando no estás.

Te maldigo por quererme
Maldito mi corazón
Malditos todos los besos
Maldigo mi sin razón.

Maldita mi mente a veces
Que no para de lidiar
Con esperas sin llegadas
De un tren, que estancado está.

Maldeciré a los mares
Que no veremos jamás
La casa que compartimos
En mitad de un vendaval.

Maldigo las ilusiones
Que no se harán realidad.
Hoy te he visto y veo en tus ojos
Que muy pronto partirás.

 

Encarna Recio Blanco.






lunes, 7 de abril de 2008

Queridos transeúntes:


Queridos transeúntes que me leéis cada día:

 Amigos todos que a veces, guardáis los mensajes como suaves bálsamos de un ungüento sanador.

Amigos con un latir que no transmite y de una voz quebrada por el tiempo hostil que a nadie esquiva y que a todos daña.

 A veces nos enseñan grandes teorías que nada tienen que ver con la realidad.

En ocasiones, nos dañan con prácticas crueles que son el mejor examen que nos puede poner la vida.

 De todo experimenta el hombre, y de cada experiencia se retorna con menos pureza, pero con mucho mas saber.

 De los que me lean ahora, algunos habrán pasado ya, el umbral de los cuarenta, otros rondaran la frontera de los veinte o treinta,  y otros como yo, que  habrán pasado ambas fases, y se encuentren en ese tiempo que no cuenta.

Pero a cualquier edad se pueden vivir historias maravillosas.

 Cada día en este rincón, quisiera renovar los espíritus, esos espíritus alicaídos, los recuerdos, las soledades, las emociones, las  alegrías y las penas.

Compartimos un tiempo que a mí, siempre se me queda corto.

 ¿Bailamos pues, esta noche? Un beso.

 

 Encarna Recio Blanco.






miércoles, 26 de marzo de 2008

Hoy tus ojos...


Hoy tus ojos se pasean

Por mi corazón abierto

Por mis suspiros que siempre

Te dejo entre mis versos.

Los dejo bien cosidos

Con lágrimas con lamentos

Con las risas bien abiertas

Y con muchos fugaces besos.

Hoy, amigo que te adentras

Por mis surcos bien abiertos

Y te pregunto si he llegado

A recordarte algún sueño.

A sacarte alguna espina

El dolor de un desamor

O tal vez a resucitarte

El amor que se escapó.

 Dímelo no te sonrojes,

Tal vez nunca nos veamos,

Pero si te hice feliz

 Mil gracias a Dios, hermano.

 

Encarna Recio Blanco.




lunes, 24 de marzo de 2008

Se te olvidó quererme



A ti, que se te olvidó quererme

En una declaración de intenciones.

De pasiones encontradas.

De hielos entre las sabanas

Que juntos fuimos tejiendo

Noche tras noche.

A ti, que se te olvidó mi nombre

Entre el frío de tu cuerpo.

Entre la sal de tus manos

Y entre el reflejo del Cielo.

Se te olvidó que existía

Te quedaste en un recuerdo.

Construiste con tus manos

Este dolor tan inmenso.

Ya no grito, ya no lloro.

Ya no te busco en mis sueños.

Enterrados bajo tierra

Se encuentran mis sentimientos.

Soy estéril siendo madre

Y vacía en el silencio.

Busco razones que expliquen

Cómo he perdido este tiempo.

No es rencor, ni es el odio

Ni tan siquiera es el miedo

Es un dolor tan vacío

Que me duele hasta en los huesos.

Es la primera vez de todas

Que no suplico un te quiero.

Hoy está llorando Dios…

Hoy está llorando el Cielo.

 

Encarna Recio Blanco.