viernes, 30 de enero de 2009

Como explicar algo



¿Cómo  explicar algo que ni siquiera yo entiendo? Lo que me supera, lo que no supero, lo que me revela y arreglar no puedo.

En este infierno de vida que arde, acosado por las balas a ras de los inocentes. En un Mundo poblado de seres errantes que buscan donde anidar su supervivencia, en mares sombríos, en noches interminables, sin pan, ni abrigo, en busca de la tierra prometida.

 

 ¿Cómo exponer las injusticias que asolan en éste entorno tan hostil que me ha tocado vivir?

 Con las manos atadas me rebelo a cada segundo de mi vida, sólo mi proceder, mi actuación,  mi deber solidario, en lo que puedo hacer, es lo que me instiga a seguir luchando cada día y eso, calma a veces mi congoja.

 

 Pero mi pluma me dice muchas veces que siga gritando, delante del micrófono, y ahí, sigo luchando por la igualdad de los seres humanos, en la calle, en el mercado, en cualquier acera o subida en la copa de un pino, oteando el horizonte.

 

 Quizás alguien mandatario escuche algún día mi llamada al orden, pero están tan ocupados en viajes, comilonas y desfalcos,  que se olvidan de la gente llana, trabajadora y sufridora que no pueden defenderse.

Muchos callan porque su vida es casi cómoda, tienen casa, trabajo, hijos y suegras, dinero, poder y no quieren molestarse, mudos otorgan y callan.

 

 Hablo por esos que no tienen Patria, por los que están en guerra, huyendo despavoridos con sus hijos en brazos, entre la nieve y las balas, por los que están sin trabajo, por los que no tienen casa, por todos aquellos que queremos conseguir la Paz a toda costa.

 

 ¿Donde están los encargados de defender los derechos humanos? ¿Por qué están tan callados los que nos gobiernan ante tantas injusticias?

 En este infierno que arde a una velocidad de vértigo, me muevo cada día, aunque quiero parar tanta injusticia, tanta soledad, tanto abandono, sola no puedo.

Por eso es por lo que te lo cuento amigo lejano, o tal vez, cercano, para que si tú puedes unirte a mí en esta contienda grites también.

 

 Todo y nada, este Mundo a veces de silencios, deja mi alma vacía, y esa luz que quiero ver, no alumbra el camino que quiero encontrar.

Para  todos los que queremos hacer un Mundo mejor, ahí os dejo mi alegato, esta noche en la que  estoy entre estrellas por la Paz.

 

Otra noche os prometo escribir cosas más placenteras, amigos.

 

Encarna Recio Blanco





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