Para
hacer un brindis a los Cielos
Porque
mis esperanzas hoy
Están
floreciendo.
Emborracharme de nuevo
Y
sentir entre sus brazos
La
ternura y el amor
Que
junto a él…he descubierto.
Encarna Recio Blanco.
Para
hacer un brindis a los Cielos
Porque
mis esperanzas hoy
Están
floreciendo.
Emborracharme de nuevo
Y
sentir entre sus brazos
La
ternura y el amor
Que
junto a él…he descubierto.
Encarna Recio Blanco.
Acompañado duermes
En una cama sin fuego.
A
tus espalda un gemido
Que
reclama pasión y cariño.
Sin
responder a sus latidos
Y
la noche os envuelve
Entre
sábanas y olvidos.
Voy cavilando por el camino
Que
une tu casa a la mía
Y hasta el cielo veo llorando
En esta noche tan fría
En esa cama de piedra
Hoy
dormiremos los tres
Yo estaré en tus pensamientos
Y
tú en los míos, también.
El
sol arde en los Cielos
Las
calles solitarias
Muchos
seres del mundo
Lloran
y mueren entre metrallas.
Hombre, mujeres y niños
Lloran
y claman
Cuando
ven que sus casas y su patria
Están
devastadas.
En
el contorno de una tierra sitiada
De
aquellos que sin corazón
No
quieren pararlas.
¿Donde se nos fue la alegría?
¿Donde
la Paz la fe y la esperanzas?
Parece
que es el dolor
Quien
ahora nos acompaña.
Encarna
Recio Blanco.
Cada día, vamos muriendo poco a poco
Y
queremos ignorarlo.
Riendo,
llorando, gritando, faenando
¡Y
qué solos nos encontramos!
Es una carrera veloz la que emprendemos
En
un desierto de solos y desterrados
Librando
batallas en un mundo
Donde
algunos corazones están helados.
Con
el sabor agridulce del desengaño
Al
no poder alcanzar esa PAZ
Que
ansiamos sin lograrlo.
Malgastamos las energías en algo tan extraño
Que
cuando comemos para alimentarnos
Nos
damos cuenta que nutrimos el cuerpo…
Dejando
el corazón abandonado.
Mi
voluntad está cosida a ti
Desde
aquel tiempo…
Con
vientos de anhelos
Con escarcha
y con fuego.
Siempre te esperé
Para
cabalgar por tu cuerpo.
Para
que sembraras en mi campo
Que estaba
dispuesto.
Pero tu semilla
Se
perdió por el desierto.
Y el
tiempo paralizó
Mi más ansiado deseo.
Fui madre sólo en sueños.
Mis
nanas las cantaba
Al firmamento
En las
infinitas noches
Con tu
sólo recuerdo.
Ahora se revela mi interior
En el negro
recuerdo.
No
quiero quererte más
Y sin
embargo…te quiero.
¡En ésta porfía me vivo!
¡Y me
muero!
Encarna
Recio Blanco.
La
sangre fluye por mis venas
Cual
río que se vierte
Cuando
sigiloso llegas
A mi
cama caliente.
Envuelta
en la luna
Y tus
brazos aprietan
Más y más,
mi cintura.
Pegadas
y ardientes
Saciamos
las horas
Que el
destino quiere.
Mullido
por jazmines
Acolchados
por violetas
En el
vaivén, se estremecen.
Nuestras
almas florecen
Regando
con nuestra sabía
Al
amanecer que viene.
Encarna
Recio Blanco.