jueves, 3 de marzo de 2022

Tengo ganas de enseñar...


Tengo ganas de enseñar al mundo mis garras.

Mi  coraje, mi desafío y la valentía de enfrentarme

Al malhechor, al bandido, al cobarde, al asesino

Y no agachar la cabeza  ante los malhechores

Y permanecer callada.

 Viendo como algunas naciones están entre llamas

Como lloran los niños entre el hielo, con hambre

Sin mantas, sin abrigo, al abrazando a su padre

Que se va a la guerra, porque lo manda un canalla.

 Con el miedo en los bolsillos se oyen estruendos

Miles de seres humanos muertos por los suelos

Ya no puedo callarme ante tantas injusticias

Que asolan los pueblos humildes destrozando

Sus casas.

 A esos que empuñan las armas con alevosía

A los poderosos que violan las leyes establecidas

A los que roban y matan a mano armada.

A los mandatarios con fusiles y sin la palabra.

 A los jueces que no sean justos en esas sentencias

 Injustas, y amañadas.

Al marido cobarde que mata a su amada.

A la madre que entierra al hijo de sus entrañas.

 Ya no valen mis poesías de amor y esperanzas

Ya no me puedo ponerme de rodillas ante los fantasmas.

Ya no quiero permanecer por siempre sonriendo

Cuando mi corazón llora cada mañana.

 Quiero enseñar a esa gente mis garras

Y no sé cómo hacerlo sin imbuirme en esas infamias

Sin portar las metralletas en mis manos

Tan solo me queda  la batalla de mis humildes palabras.

   ¡Dios mío! ¡Dios mío!

¡Mándanos la Paz tan necesitada!


  Encarna Recio Blanco.



martes, 1 de marzo de 2022

En el clímax enervante...

 


En el clímax enervante del deseo

Se debate mi alma y mi cuerpo.

Sobre los negros silencios

De la noche y sus misterios.

A lo lejos campanadas

Llamando a duelo…

Es mi corazón enamorado

Que esta noche ha muerto.

 

Encarna Recio Blanco.




Cuando lleguen a tus manos mis ofrendas...

 

Cuando lleguen a tus manos mis ofrendas

Que desde esta  oculta colina te envío

Cierra los ojos y siente el amor que me sube

 Y que te mando con  mis cinco sentidos.

 ¡Cómo llamarle a este amor!  ¡Cariño mío!                                           

Cuando en él se conjugan el cielo y el infierno

Cuando la alegría con el dolor se aúnan

O cual un cometa que cae y se estrella en la tierra.

 Sabiendo que no es la distancia lo que nos separa

Ni puedo encontrarte en las alturas por donde voy

Trepando agotada

Y me vuelvo taciturna con el macuto pesado a la espalda

Subiendo y bajando hasta la solitaria estepa que me acuna. 

 ¡Cómo llamar a esta melodía tan maravillosa!

Teniendo  desafinada y sin cuerdas mi guitarra.

 Soy esa odalisca que espera poder bailar

Entre tus brazos la danza de las esperanzas.

  ¡Qué tristeza estar aguardando un imposible!

¡Qué desasosiego vivir entre zarzales y espinas!

Que van floreciendo al compás de una lluvia

Que no calma mi sed, ni riega mis semillas.

 ¿Y por qué han de esconderse de este mundo?

Las verdades que encierran almas limpias

A la vera de los almendros  que florecen

Escoltados de palomas campesinas.

 ¿Y por qué pregunto al cielo que dormido?

¡Contestarme nunca quiere!

Bajo este limonero espero cada noche

Que la luna me haga un guiño placentero.

 Me lamento de nuestra suerte en esta orilla

Donde el destino retoza  descarado.

Sin importarle  que fue de nuestras vidas

Cuando nos separó, tan largos años.

 ¿Y porqué no has de venir si yo te espero?

Adosando mi impaciencia al sutil eco

De una mensajera con las alas rotas

Clamando al cielo seguir tu vuelo.

 Si algún día aparecieras a hurtadillas

Por mi huerto  florido  de azahares

Te ofrecería lo mucho, o poco que me quede

Del sufrimiento y el amor… que estoy guardando.

 

 

Encarna Recio Blanco.

  

viernes, 18 de febrero de 2022

De primavera tengo, la sonrisa...

 

De primavera tengo, la sonrisa

Y me convierto en fuego si me acaricias,

Me rompo en mil pedazos cuando me aman

Y derramo mis penas por sevillanas.

Mis manos son palomas, cuando vuelan

Mis ojos zarzamora cuando esperan,

He toreado al toro de la vida

Y he cantado una nana por bulerías.


Hemos amado, dejándonos el alma en un suspiro.

Hemos luchado, dejándonos la piel en el camino.

Hemos llorado, un adiós con sabor a despedida.

Y hemos probado el sabor agridulce de la vida.

e noche negra tengo, la mirada

Y se me queja el alma cuando me hieren,

Si alguien me pregunta por lo que amo

Le respondo que hago vivir la vida.


Hemos amado, dejándonos el alma en un suspiro.

Hemos luchado, dejándonos la piel en el camino.

Hemos llorado, un adiós con sabor a despedida.

Y hemos probado el sabor agridulce de la vida.

R .Jurado

 Encarna Recio Blanco.




domingo, 13 de febrero de 2022

Para todos aquellos...

 


Para todos aquellos  que nunca conocieron el amor.

Para los  que  incansablemente lo buscaron y nunca

Lo encontraron.

Para todos aquellos que hoy, nadie le dará un beso

Ni les dirá te quiero.

Para aquel  que se quedó sin su medio corazón.                        

Para el mendigo que busca un abrazo y le dan

Migajas.

Para los que están entre rejas,  pagando sus

Culpas por un error.

Para los que imploran unos besos, y nadie les oye.

Para aquel que se encuentre solamente…

Con su soledad.

 Para aquellos que hoy, no pueden comer

Ni un pedazo  de pan.

Para todos aquellos que se quedaron sin sus casas

Por culpa de los usureros de negras entrañas.

 Para los que duermen en las calles envueltos

Entre cartones.        

Para los que escriben al Amor y a la Paz y sus letras

Se pierden entre basuras.

Para aquellas mujeres que venden sus cuerpos

Por unas monedas, con su cruz a cuesta.

 Para los que regalan amor cada día y nadie les entiende.

Para los marginados  que huyen de una sociedad

Llena de fieras.

Para todos ellos, mi amor, mis besos y mis te quieros.

 

Encarna Recio Blanco.


El amor-Reflexiones-


 El amor, el amor, es esa pócima milagrosa que cura las tristezas, es el  motor que hace andar a los sueños, el bálsamo sagrado del alma, es algo, que no se toca, se siente, no se hace, se construye, no se busca se encuentra, no se pide, se entrega.

 Hay que sentirlo aunque solo sea entre los sueños y contar los segundos que pasan hasta verlo. Esperarlo impaciente en el banco de los deseos, o deshojando margaritas en la ciudad perdida de los recuerdos, en las ruinas que la noche deja marchitas sobre nuestra almohada.

Hay que saborearlo, por las ligeras esquinas de las emociones, por los lejanos valles de la madrugada, y por la eterna sonrisa de la luna.

A cada paso, en cada libro,  en todas las estrellas que se posan en el firmamento,  en la cara oculta del matiz,  que guardan nuestros secretos, en el Frío de la noche, en el cálido encuentro, en las brumas de los mares, en lo oscuro de un cuerpo, y  en cada momento de nuestra vida.

Hay que esperarlo  impaciente en el Cielo de los elegidos, en la nube roja del destino, en la cara y la cruz, de cualquier quimera, en el valle, en las montañas, entre las olas del mar, en las mieles de la brisa, o en la oscura guarida, donde por la  noche la tormenta  anida.

Hay que decir te quiero, te amo en la pobreza, en lo rico del momento, en la calle más poblada, o  en la soledad de un desierto.

 El amor, siempre hace una parada en el andén de nuestra estación, para preguntarnos, si por un día, somos capaces de amar de verdad a alguien más, que a nosotros mismos.

Si tenemos amor encontraremos las  fuerzas para el perdón, las esperanzas en las batallas, la seguridad en el palco del miedo, y  en los desencuentros.

Hay que atravesar desiertos a veces, para encontrar un oasis en lo más recóndito de la tierra, en nuestros corazones, y dejar a la criatura,  que vive  dentro de  nosotros libre, alegre y feliz.

En el amor hay que tener la  madurez para decir me equivoqué, la valentía para decir perdóname, la sensibilidad para decir, te necesito, y la  capacidad para decir te amo…te amo.

Al amor, le pedimos alas para volar lejos, y en la distancia vemos donde nos encontramos, el nos da tiempo para aprender de lo vivido, para luchar y saber con quién nos enfrentamos, para correr y llegar a un buen puerto.

Si no tenemos  alas, si carecemos  de  tiempo, si no tenemos días, ni cielos, ni noches en vela,  ni siquiera tenemos sueños, no podremos seguir viviendo.

Esta noche memorable, en la que celebramos con la poesía día de los enamorados, donde hablamos de corazón a corazón, les diré que guarden el amor como el tesoro más grande de sus vidas, en un cofre repleto de bellos retratos, de buenos recuerdos, de poemas de amor, aunque sean lejanos, y sobre todo, aquellos primeros besos en la soledad de una noche cualquiera.

Les diré que sueñen despiertos, a cada momento del día, y que vivan con Intensidad, todas las situaciones que nos ofrece la historia que interpretamos.

El tiempo todo lo palia, y que los minutos son eternos, tanto… como nosotros queramos alargarlos.

Les diré, que tanto en el amor como en las guerras, no hay soldados sin heridas, pero también nos aportan las más bellas de las alegrías.

Espero y os deseo, que tengáis suficiente felicidad para que seáis más dulces, que tengáis las suficientes pruebas para que os hagáis más fuertes, y suficientes esperanzas, para alcanzarlo.

El amor es como un viaje, lugar de salida, una mirada, lugar de llegada, un corazón, y sobre todo, recordar que antes de tocar unos labios hay que acariciar el alma, y  que antes de conquistar un cuerpo, hay que tratar ganarse un corazón.

Hoy les deseo amigas y amigos enamorados, las más grandes de las pasiones, les auguro el más bonito de los versos y el cofre más repleto de amor, y sobre todo… no os olvidéis cada mañana, de pintar el amanecer, con una sonrisa.

 Esta noche les voy a revelar uno de mis secretos más ocultos, todavía…todavía siento la pasión y el amor, con igual intensidad de cuando era una jovencita, en el único órgano que no envejece ¡Mi corazón!

 

Encarna Recio Blanco.