jueves, 3 de marzo de 2022

Tengo ganas de enseñar...


Tengo ganas de enseñar al mundo mis garras.

Mi  coraje, mi desafío y la valentía de enfrentarme

Al malhechor, al bandido, al cobarde, al asesino

Y no agachar la cabeza  ante los malhechores

Y permanecer callada.

 Viendo como algunas naciones están entre llamas

Como lloran los niños entre el hielo, con hambre

Sin mantas, sin abrigo, al abrazando a su padre

Que se va a la guerra, porque lo manda un canalla.

 Con el miedo en los bolsillos se oyen estruendos

Miles de seres humanos muertos por los suelos

Ya no puedo callarme ante tantas injusticias

Que asolan los pueblos humildes destrozando

Sus casas.

 A esos que empuñan las armas con alevosía

A los poderosos que violan las leyes establecidas

A los que roban y matan a mano armada.

A los mandatarios con fusiles y sin la palabra.

 A los jueces que no sean justos en esas sentencias

 Injustas, y amañadas.

Al marido cobarde que mata a su amada.

A la madre que entierra al hijo de sus entrañas.

 Ya no valen mis poesías de amor y esperanzas

Ya no me puedo ponerme de rodillas ante los fantasmas.

Ya no quiero permanecer por siempre sonriendo

Cuando mi corazón llora cada mañana.

 Quiero enseñar a esa gente mis garras

Y no sé cómo hacerlo sin imbuirme en esas infamias

Sin portar las metralletas en mis manos

Tan solo me queda  la batalla de mis humildes palabras.

   ¡Dios mío! ¡Dios mío!

¡Mándanos la Paz tan necesitada!


  Encarna Recio Blanco.



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