domingo, 13 de marzo de 2022

Que existe guerra en el mundo...

 


Que existe guerra en el mundo

Nadie lo puede negar

Pero del cómo acabarla

Tampoco quieren hablar.

Que fácil que nos resulta

Cuando nos falta el pan

Criticar aquellos otros

Que lo tienen que robar.

Que sencillo tener casa

Familia, salud, hogar

Tener un trabajo digno

Al que poder regresar.

 Y aquellos que están sufriendo

No son de nuestra incumbencia

Ni le interesan a nadie

Para evitar los problemas.

Pero este mundo es de todos

Pues todos vivimos en él

Y la gente que lo puebla

Familia nuestra es también.

Luchemos por los valores

Que no se deben perder

Abogando por la justicia

Que perdida está también

Pero queda la esperanza

De hacer un mundo mejor

Y no podemos dejarlo todo

En las manos del Señor.

Así se escribe la historia

Con renglones paralelos

Que se unen secretamente

Por debajo de este suelo.

 

Encarna Recio Blanco.




miércoles, 9 de marzo de 2022

Esta noche-Reflexiones.


 Esta noche estoy muy triste, y bien sé porqué!

 Porque no quiero perderme por los arrabales de la luna, ni quiero aplaudir al poderoso, que machaca al bracero que llegó una noche en una patera aterida y hambrienta.

 Ni sentir el acoso de la guerra, ni ver que una niña se tiró de cabezas, por el balcón de una escuela.

Esta noche quiero asediar al usurero, quitar de las frentes las coronas de los reyes de carne y hueso.

 Derribar las cárceles de aquellos que son inocentes, y hacer otras de acero fundidas, para los que se escabullen de la ley, con dinero y sin vergüenza.

 Rescatar a los que están debajo de los puentes. Remediar a esas mujeres heridas por el macho, con el abrazo de palabras solidarias para sanarlas.

 Llenar de ilusiones a los corazones desfallecidos.

Quemar en la hoguera la droga que mata, y ponerles grilletes a los que las expandan.

 Esta noche estoy muy triste y no quiero perderme por mi locura, a  mi corazón le llega poca sangre, y estoy bebiendo acíbar… sin tener sed.

 

 Encarna Recio Blanco.


jueves, 3 de marzo de 2022

Tengo ganas de enseñar...


Tengo ganas de enseñar al mundo mis garras.

Mi  coraje, mi desafío y la valentía de enfrentarme

Al malhechor, al bandido, al cobarde, al asesino

Y no agachar la cabeza  ante los malhechores

Y permanecer callada.

 Viendo como algunas naciones están entre llamas

Como lloran los niños entre el hielo, con hambre

Sin mantas, sin abrigo, al abrazando a su padre

Que se va a la guerra, porque lo manda un canalla.

 Con el miedo en los bolsillos se oyen estruendos

Miles de seres humanos muertos por los suelos

Ya no puedo callarme ante tantas injusticias

Que asolan los pueblos humildes destrozando

Sus casas.

 A esos que empuñan las armas con alevosía

A los poderosos que violan las leyes establecidas

A los que roban y matan a mano armada.

A los mandatarios con fusiles y sin la palabra.

 A los jueces que no sean justos en esas sentencias

 Injustas, y amañadas.

Al marido cobarde que mata a su amada.

A la madre que entierra al hijo de sus entrañas.

 Ya no valen mis poesías de amor y esperanzas

Ya no me puedo ponerme de rodillas ante los fantasmas.

Ya no quiero permanecer por siempre sonriendo

Cuando mi corazón llora cada mañana.

 Quiero enseñar a esa gente mis garras

Y no sé cómo hacerlo sin imbuirme en esas infamias

Sin portar las metralletas en mis manos

Tan solo me queda  la batalla de mis humildes palabras.

   ¡Dios mío! ¡Dios mío!

¡Mándanos la Paz tan necesitada!


  Encarna Recio Blanco.



martes, 1 de marzo de 2022

En el clímax enervante...

 


En el clímax enervante del deseo

Se debate mi alma y mi cuerpo.

Sobre los negros silencios

De la noche y sus misterios.

A lo lejos campanadas

Llamando a duelo…

Es mi corazón enamorado

Que esta noche ha muerto.

 

Encarna Recio Blanco.




Cuando lleguen a tus manos mis ofrendas...

 

Cuando lleguen a tus manos mis ofrendas

Que desde esta  oculta colina te envío

Cierra los ojos y siente el amor que me sube

 Y que te mando con  mis cinco sentidos.

 ¡Cómo llamarle a este amor!  ¡Cariño mío!                                           

Cuando en él se conjugan el cielo y el infierno

Cuando la alegría con el dolor se aúnan

O cual un cometa que cae y se estrella en la tierra.

 Sabiendo que no es la distancia lo que nos separa

Ni puedo encontrarte en las alturas por donde voy

Trepando agotada

Y me vuelvo taciturna con el macuto pesado a la espalda

Subiendo y bajando hasta la solitaria estepa que me acuna. 

 ¡Cómo llamar a esta melodía tan maravillosa!

Teniendo  desafinada y sin cuerdas mi guitarra.

 Soy esa odalisca que espera poder bailar

Entre tus brazos la danza de las esperanzas.

  ¡Qué tristeza estar aguardando un imposible!

¡Qué desasosiego vivir entre zarzales y espinas!

Que van floreciendo al compás de una lluvia

Que no calma mi sed, ni riega mis semillas.

 ¿Y por qué han de esconderse de este mundo?

Las verdades que encierran almas limpias

A la vera de los almendros  que florecen

Escoltados de palomas campesinas.

 ¿Y por qué pregunto al cielo que dormido?

¡Contestarme nunca quiere!

Bajo este limonero espero cada noche

Que la luna me haga un guiño placentero.

 Me lamento de nuestra suerte en esta orilla

Donde el destino retoza  descarado.

Sin importarle  que fue de nuestras vidas

Cuando nos separó, tan largos años.

 ¿Y porqué no has de venir si yo te espero?

Adosando mi impaciencia al sutil eco

De una mensajera con las alas rotas

Clamando al cielo seguir tu vuelo.

 Si algún día aparecieras a hurtadillas

Por mi huerto  florido  de azahares

Te ofrecería lo mucho, o poco que me quede

Del sufrimiento y el amor… que estoy guardando.

 

 

Encarna Recio Blanco.

  

viernes, 18 de febrero de 2022

De primavera tengo, la sonrisa...

 

De primavera tengo, la sonrisa

Y me convierto en fuego si me acaricias,

Me rompo en mil pedazos cuando me aman

Y derramo mis penas por sevillanas.

Mis manos son palomas, cuando vuelan

Mis ojos zarzamora cuando esperan,

He toreado al toro de la vida

Y he cantado una nana por bulerías.


Hemos amado, dejándonos el alma en un suspiro.

Hemos luchado, dejándonos la piel en el camino.

Hemos llorado, un adiós con sabor a despedida.

Y hemos probado el sabor agridulce de la vida.

e noche negra tengo, la mirada

Y se me queja el alma cuando me hieren,

Si alguien me pregunta por lo que amo

Le respondo que hago vivir la vida.


Hemos amado, dejándonos el alma en un suspiro.

Hemos luchado, dejándonos la piel en el camino.

Hemos llorado, un adiós con sabor a despedida.

Y hemos probado el sabor agridulce de la vida.

R .Jurado

 Encarna Recio Blanco.