Haciendo de todo, a todas horas.
Más loca de lo que estaba
A veces, reía, y otras veces, lloraba.
Cuando mi mollera se atascaba,
Dejaba de escribir y me maquillaba
Para irme a la nevera y sacar un par de huevos
Que en la sartén se reían de mi desconcierto.
Después descubrí, que hacer collares
Me serenaba y con hilos de seda
Los enristraba…los enristraba.
Esa fue mi perdición desde aquel día
Llevo hechos cuatrocientos veintidós.
Si no os lo creéis ahí va la foto
Los voy a poner a la venta
En la puerta del ambulatorio.
Si me faltaba una perla ponía un garbanzo
Que pintaba de rojo con mi barra de labios.
Después, me ponía a coser sin tener idea
La aguja y el dedal salían de mis dedos,
Por petenera.
Limpiaba, barría, fregaba y cuando me cansaba,
De ensartar collares y escribir chorradas.
Me volvía al ordenador con la mente llena
De musarañas y al ver las noticias, me cabreaba
Ponía la televisión y me indignaba
Al ver a los gobernantes berreando
Como si fueran fieras humanas.
De ver que en el mundo el hambre pulula,
Sin que nadie haga nada para el que mendiga.
¡Ay! Ya echa un desastre en la madrugada
Me quité el maquillaje y me acicalé el alma.
Encarna Recio Blanco.