En el edén de nuestro lecho
Estás
rendido.
En
tu sudor me envuelvo
Con
tu calor me vivo.
Se balancean nuestros cuerpos
En
el trajín de huesos
Y de besos.
Por la serpentina noche nos
Perdemos…
Cuando
el alba aparece…
Y
nos arrulla de nuevo.
Encarna
Recio Blanco.