La Soledad siempre llega a la vera
De los que van por la vida repartiendo.
Dándose a manos llenas a los demás
Y sembrando en el
barbecho de esta tierra
Sin esperar, ni recibir, nada a cambio.
Tu amiga y confidente del alma
Y entre las dos formareis un cuerpo
Para recoger los frutos ya granados.
Si tienes a la Soledad a tu lado, a veces
O te hace una visita de vez, en cuando
Alégrate por su llegada…
Porque eres un ser…afortunado.
Encarna Recio Blanco.
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