domingo, 3 de marzo de 2024

Hoy quisiera mis amigos...


Hoy quisiera mis amigos contarles un cuento.

No es de hadas ni de duendes, ni de príncipes risueños.

Es, de una niña soñadora, que quiso escribir un día

Sin tener a su lado una musa, que le sirviera de guía.

A la sombra de un cerezo escribía, sobre la tierra florida

En el monte y en el mar, y hasta en la cama dormida.

Su madre siempre la reñía, cuando la pluma cogía

Diciendo  que antes había que estudiar, la lección de cada día.

Muchas noches en vela pasaba, esperando al nuevo día

Para demandar la Paz, del Mundo en el que vivía.

Ataba su corazón a un delirio, de noche y de día

Queriendo parar las guerras, donde los niños morían.

Quería defender al débil, al triste darle sonrisas

Y para  el que tuviera hambre, compartir su comida.

Sus hermanas, riendo la llamaban, la  romántica poetisa

Y con sus folios se iba llorando, tras las esquinas.

Una tarde de invierno lluviosa, de su casa se escapó

Con su cuaderno de versos, y su pequeño zurrón.

Sola se hizo mujer trabajando por tierras lejanas

Subiendo y bajando, las altas montañas.

Sola entre lobos feroces se debatía, las dificultades

 Y los peligros a veces, la perseguían, sin nadie a su lado

No se rendía.

Se hizo amiga de una musa, que una tarde se encontró

Llorando junto a un barranco, sin ropas y sin zurrón.

La consoló, como pudo, rezaron juntas una oración…

Por la Paz de del Mundo, que se debate entre guerra y  dolor.

Merendaron  aunadas  y hablaron, del devenir de la vida

Del amor y  el desamor, del placer y la alegría.

Ahora vienen las musas en bandadas,

Cuando la ven pasear con su cuaderno de versos,

Para poderla ayudar.

¡Y colorín colorado este cuento se ha acabado!


 Encarna Recio Blanco.



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