¡Silencio…silencio…silencio!
Que calle el mundo un momento.
Que está a punto de nacer un niño...
¡Que ya está naciendo!
La luz del Cielo baja la nieve se cuajó
La estrella guía a los Magos oro, incienso
Y mirra, en el zurrón.
Van a adorar a un niño que entre pajas sonríe,
Aún sabiendo que le espera el martirio de una cruz.
En bandadas los Ángeles entre estrellas y luceros
Se afanan para adorar ¡Al Rey de los Cielos!
Alrededor de unos troncos de unos encendidos robles
Los pastores se apiñan con zambombas y tambores.
En los nudosos rediles, las ovejitas se esconden
Detrás del frío portal beben nieve y piensan que comen.
La noche huele a romero.
La luna derrama pureza por el sendero
Y la tierra en un instante de Paz está floreciendo.
Desde mis ventanas veía mil lucecitas
Y eran las estrellas que estaban loquitas.
Brillaban… brillaban, corrían veloz,
Muy contenta gritaba: ¡Ha nacido Dios!
Hosanna en las alturas el Niño nos llegó,
Que cante el mundo entero un villancico de amor.
Vengo de la Extremadura, de la Extremadura vengo,
Y al niño Jesús le traigo mis poesías en un cesto.
¡Gloria a Dios en las alturas! Paz en la tierra a los
hombres.
Dios ha nacido en belén en esta dichosa noche.
Un niño recién nacido que Hombre y Dios…
Tiene por nombre.
¡Silencio…Silencio!
Encarna Recio Blanco.
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