Buena
suerte, muchacha.
Lucirás muy bonita,
Con
el velo de novia y el ramo de azahar,
Pero
sin el sonrojo de tu primera cita,
Sino
pálida y seria delante del altar.
Pronto será la boda.
Pero
acaso un despecho,
Amargará
las noches de tu luna de miel,
Si
al abrir una puerta reconoces un lecho
O
al cruzar un pasillo, recuerdas a otro hotel.
Sin embargo, muchacha, cuando termine el viaje,
Ya
serás la señora de no sé qué señor,
Aunque
tal vez descubras, al abrir tu equipaje,
Que en las prisas… ¡Qué pena! ¡Muchacha!
¡Se
te olvidó el amor!
J. A. Buesa.
Encarna Recio Blanco
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