El otro día leyendo al Arcipreste de Hita
Me puse a filosofar con la cuaresma bendita.
Decía Aristóteles, como cosa verdadera
Que el mundo por dos cosas trabaja.
La primera es por tener mantenencia, la otra,
Por tener juntamiento con hembra placentera.
Si lo dijera una servidora, lo podrían dudar,
Pero como lo dijo Aristóteles, no hay más que hablar.
Esto de Doña cuaresma a mí no me gusta nada.
Si eres rico y pagas en viernes, comer carne puedes.
Si eres pobre y no tienes donde caerte muerto,
Ni hablar de comer carne, ni de conejo.
Y eso de ponerte ceniza en la frente,
Yo no lo puedo aguantar.
Sales de la iglesia con el sello negro puesto
Que parece que te mandan directamente
Al cementerio.
Yo prefiero el fuego a estar entre cenizas.
Aunque algunas veces el fuego se apaga…
Cuando más se lo atiza.
¡Yo soy más de don carnal!
Pues el hombre en todo tiempo va detrás
Del sexo sin mesura, gordas y flacas blancas
O negras, no hay quien les
pare cuando se alteran.
A si es que en estos días como penitencia,
Hay que dejar de fumar, de comer carne
Y de retozar.
Encarna Recio Blanco.
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