viernes, 18 de marzo de 2016

Tanto me acompañaba la soledad...



Tanto me acompañaba la soledad

Que empecé a cogerla mucho cariño.

A veces no me hablaba

Pero me acariciaba.

Cuanto yo estaba triste

Le contaba mis penas

Y en su regazo lloraba

Como una niña pequeña.

 Cuando estaba alegre me decía:

Me voy a dar una vuelta

Que no te soporto

Con tanta juerga.

Se despistaba uno o dos días

Y volvía la pobre con una cara

Que me decía:

¿Me dejas a tu lado para hacerte compañía?

 Y entonces, era ella la que hablaba

Era ella quien lloraba

Al contarme las triste historias

Que por el mundo encontraba.

 

Encarna Recio Blanco.




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