Tanto
me acompañaba la soledad
Que
empecé a cogerla mucho cariño.
A
veces no me hablaba
Pero
me acariciaba.
Cuanto yo estaba triste
Le
contaba mis penas
Y
en su regazo lloraba
Como
una niña pequeña.
Me
voy a dar una vuelta
Que
no te soporto
Con
tanta juerga.
Se despistaba uno o dos días
Y
volvía la pobre con una cara
Que
me decía:
¿Me
dejas a tu lado para hacerte compañía?
Era
ella quien lloraba
Al
contarme las triste historias
Que
por el mundo encontraba.
Encarna
Recio Blanco.
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