He
visto a Dios esta tarde
Sentado
en aquella plaza
Tenía
los ojos muy tristes
Y una
barba muy poblada.
Mucha gente caminaba
Con sus
problemas o asuntos
Y nadie
se percataba
De
aquellos ojos del cielo.
Con timidez me acerqué
Y le
dije sonriente
Si
necesitaba algo
O si
podía socorrerle.
Sus ojos fijos en mí
Me
hablaron sin decir palabra
Y sentí
toda la dicha
Acumulada
en mi alma.
Aquellos ojos me dijeron
Porque
había tanta oscuridad
Si el
sol brilla cada día
En los
Cielos y en la mar.
Que nos dio la buena tierra
Para
poderla sembrar
Y
recolectar el trigo
Para ganarnos
el pan
Que nos dio los sentimientos
Para
poder faenar
Con el
que estuviera triste
Poderlo
consolar.
Indiferente pasaba
Mucha
gente alrededor
Y nadie
se daba cuenta
De con
quien estaba yo.
Sólo quedó el vagabundo
Con su
vaso de cerveza
Y mis besos
y sonrisas
Que
dejé sobre la mesa.
Encarna Recio Blanco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario