Que difícil me parece
escribirte a Ti Señora
A Ti que todos te imploran. Tú que eres Reina y Señora
¿Qué te podría decir?
Después de toda una vida escribiéndote a deshoras.
Emulando a los poetas intenté llegar a Ti
Complaciente me escuchabas como me escuchas ahora
Sin importarme la obra el alma escribe por mí.
Y aunque resulte difícil encasillar mi poesía
Son palabras que me inspiras cuando te miro, Señora.
Eres agua transparente y el mundo ensucia tu llanto
Que es puro como ese manto que cubre tu pedestal.
A Tus pies se han agachado los cobardes y valientes,
Los ricos, los indigentes los pobres, los de sin País.
Los que trabajan por otros. Los que nunca te creyeron.
Los que solo por el miedo se acordaron de Tu nombre.
Tan Querida y tan amada por hombres y por mujeres.
Tú Madre que a todos quieres siempre nos tiendes Tus manos.
Y lloras por este mundo que se está resquebrajando.
Y lloras porque eres Madre de los que se están matando.
De los que siempre están solos. De los que se van marchando.
Por los que llegan al mundo Tú también estás llorando.
Por esa gente que ruega y que después se le olvida,
Que no pidan de rodillas lo que no dictan sus actos.
Por aquellos que predican pero no con el ejemplo,
Te pedimos en tu templo que también oigas sus llantos.
Porque estamos desvalidos. ¡Cómo podrías dejarnos!
Una madre no se olvida de ninguno de sus hijos.
Siempre a tus plantas todos y juntos hermanados
Virgen Santa del Carmelo…no nos dejes de tus manos.
Encarna Recio Blanco
Lindas letras presenta su blog, especialmente ésta.
ResponderEliminarDesde lejos la sigo.